Menú
Maite Nolla

No me hicieron ministra para esto

A la señora Sánchez-Camacho la única crítica que se le ha ocurrido hacer a Montilla por el asunto de Nissan, es que éste no ha sido capaz de que los japoneses se comprometan a fabricar un nuevo coche en Cataluña. ¿Lo va a diseñar usted, señora presidenta?

Eso debe estar pensando la Ministra Salgado después del chaparrón, de los chuzos de punta parlamentarios, que le cayeron el miércoles. En su vida pensó que ser ministra de Administraciones Públicas le obligaría a tener un debate con Rosa Díez sobre la presencia de terroristas en algunos ayuntamientos del País Vasco y de Navarra. Ella creía que, como mucho, tendría que salir en el Yo Dona hablando sobre su desayuno favorito –tostadas con jamón y un zumito, dijo–,hacerse unas fotos con los consejeros autonómicos del ramo y acudir a alguna fiesta de Telva o a los Ondas.

Ciertamente, el tipo de ministro del segundo Gobierno socialista, que nos ha tocado electoralmente, responde al modelo catalán: cubrir la cuota de poder de sus componentes, aquí ERC y los ecosocialistas, y en Madrid –parezco de CiU– el PSC y el socialismo andaluz, y a dejar la vida pasar, en la creencia, estúpida, que no tiene por qué ocurrir nada tan gordo que los del gabinete, Iñaki y las chicas de La Sexta, no puedan trampear. El problema surge cuando vienen mal dadas. En Cataluña, los Corbacho, Álvarez, Salgado o Chacón, se llaman Saura, Joan Boada, Huguet o la señora Serna; la Consellera de Trabajo que ha pasado de ser una jurista muy progresista y nacionalista, de Palencia, pero nacionalista, a tener que lidiar con un expediente de regulación de empleo diario, cuya gestión está siendo desastrosa por parte de la Administración, y para lo que, por supuesto, no estaba preparada. Ni siquiera han contado con ella para el viaje a Japón.

Hablando de los EREque afectan a los trabajadores de las fábricas de coches y del viaje a Japón, a la señora Sánchez-Camacho la única crítica que se le ha ocurrido hacer a Montilla por el asunto de Nissan, es que éste no ha sido capaz de que los japoneses se comprometan a fabricar un nuevo coche en Cataluña. ¿Lo va a diseñar usted, señora presidenta? ¿Desde cuándo los políticos deciden lo que fabrica o vende una empresa?

Volviendo al tema, eso es el "salgadismo" o el "corbachismo"; ¿fichó Zapatero a Celestino Corbacho por si pasaba con el paro lo que Pizarro dijo que pasaría? No, le hizo ministro por la cuota del PSC. ¿Puede el ticket Corbacho-Maravillas Rojo hacer algo más que repetir la colección de frases hechas que lo mismo sirven para las cifras del paro que para una excursión del Imserso? Ustedes mismos.

A mi Rajoy me parece un gran parlamentario, pero desde hace un tiempo se ha vuelto previsible, aunque los de su séquito le digan otra cosa. Zapatero tiene pinta de que ya no se prepara las intervenciones y que ninguno de los ataques parlamentarios de Rajoy le supone el más mínimo desgaste. Y lo mismo digo de Soraya; será una estupenda ministra o secretaria de Estado, pero los chistes y el estilo campechano con los que adereza sus discursos no funcionan, aunque a ella también le digan otra cosa, y es que en España el único con derecho a ser campechano es su Majestad el Rey.

El PP está dejando pasar la oportunidad, y si no lo quieren hacer por ellos, que lo hagan por sus votantes, antes de que dejen de serlo.

En España

    0
    comentarios