Ya es habitual que tras las vacaciones los españoles, alimentados por la información que ofrecen los medios de comunicación, nos preocupemos en exceso por nuestro estado físico. Mejor dicho, por nuestra apariencia física. Mensajes destinados a criminalizar las tapitas, raciones, cervecitas o el tinto. También, ahora que se acercan, las copiosas comidas navideñas.
Peores son los comentarios de algunos compañeros a la vuelta al trabajo. Alusiones a nuestra tripita que amenazan con lanzarnos a una carrera por conseguir soluciones rápidas e infalibles para quitarnos esos kilos de más.
Siempre me gusta recordar que los aspectos de los modelos "perfectos" que nos ofrecen las revistas o la televisión, no tienen por qué responder a modelos de vida "saludable". Recordemos que según la OMS (Organización Mundial de la Salud) salud es el "estado de completo bienestar físico, mental y social; y no solamente la ausencia de enfermedad".
Puestos a mejorar nuestro estado de salud, es conveniente saber que no existe una norma o solución única e infalible para lograr este propósito. Pero sí hay zonas comunes que nos pueden venir bien a todos.
En primer lugar, en caso de iniciar una dieta, por favor, diríjase previamente a su médico o a un nutricionista debidamente acreditado o en su defecto, asesórense adecuadamente, con bibliografía o publicaciones serias, (para estar seguro, se puede guiar por el autor que las publica).
En segundo lugar, la actividad física. También debemos dejarnos aconsejar por profesionales. Recuerden, que van a trabajar con su cuerpo y que se debe personalizar lo más posible las actividades a desarrollar. Si hace mucho tiempo que no practicamos deporte, olvidémonos de lo que fuimos capaces de hacer. Los efectos producidos por una actividad física continuada desaparecen antes de lo que nos pensamos. En este caso no aplica aquello de "quien tuvo, retuvo".
Antes de ponernos en marcha, tenemos que contemplar los siguientes puntos.
1.- Es conveniente, que se hagan un chequeo médico, que les permita saber cuáles son sus niveles de colesterol, triglicéridos, glucosa, vitaminas, hierro, etc. Tengan también en cuenta cualquier problema físico o fisiológico que hayan podido tener, porque podría reaparecer o agravarse. Todo esto es muy importante, porque determina la planificación de las diferentes actividades.
2º.- Es necesario que valoren el tiempo que llevan de inactividad. Porque la actividad física se debe acometer progresivamente, no pretendiendo lograr los objetivos de forma inmediata. Recuerden que todo este proceso que vamos a iniciar, se debe convertir en un hábito, y esto implica tiempo y constancia.
3º.- La actividad física que realicen no debe ceñirse a un trabajo cardiovascular, como puede ser correr, andar, nadar etc. de forma moderada, como medio para mejorar su estado físico, (todo esto ya lo explicaremos en próximos artículos), pues tan importante como eso, es el trabajo de fuerza y de flexibilidad.
4º.- Entiendo que mucha gente no le preste atención a la indumentaria para hacer deporte, y más si hasta ahora, no ha hecho ejercicio de una forma regular, pero descubrirán que es importantísimo, ya que una mala elección puede producirnos algún tipo de lesión. Especial atención al calzado. Una indumentaria adecuada, no es necesariamente la más cara, (hablaremos de ello).
5º.- Una muy buena forma de poder iniciar este camino, es buscar compañía para hacer actividad física. Esto puede ser muy positivo para aumentar nuestra motivación hacia el ejercicio y evitar en lo posible caer en la pereza o en el desánimo que en muchos momentos nos invade.
Para todos aquellos que buscan siempre alguna escusa, ya les adelanto, que siempre propondré alternativas, para que las puedan introducir de manera gradual en su actividad diaria.