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Manuel López Cavada

Ejercicio físico para asmáticos

Cualquier tipo de ejercicio debería ser beneficioso para un asmático, siempre y cuando se tomen ciertas precauciones.

El asma es uno de los problemas que he encontrado con más frecuencia en mis clases. Un problema que se agrava con el comienzo de la primavera, incluso un poco antes. Coincide con el inicio de la polinización de algunos árboles en febrero, como los cipreses que se usan como seto en jardines.

Durante mucho tiempo, incluso ahora, los pacientes asmáticos se han ido alejando de la práctica deportiva. Por un lado, porque se ha relacionado la aparición de los síntomas con el inicio de la actividad física. Aunque en ocasiones suceda de este modo, una correcta coordinación de medicación y actividad física no solo no perjudica sino que puede ser altamente beneficiosa. Por otro lado, la propia prescripción médica (por curarse en salud, digo yo), ha sido bastante contraria a incentivar la práctica de actividad física entre esta población.

Cualquier tipo de ejercicio debería ser beneficioso para un asmático, siempre y cuando se tomen ciertas precauciones. Éstas deberían ir encaminadas a reducir la posible aparición del temido ataque asmático. Por ejemplo, realizar el ejercicio en lugares templados y húmedos, tales como gimnasios o piscinas. También otros espacios como centros comerciales, que no tienen un fin deportivo, pero por sus características se pueden utilizar para practicar algún tipo de ejercicio.

En los lugares húmedos, debemos mantenernos siempre bien hidratados, lo que evitará la sequedad en las vías respiratorias y prevendrá así la aparición de los ataques de asma. Durante la primavera es importante evitar hacer ejercicio por la mañana y al atardecer, ya que son los momentos donde los índices de polen en el ambiente son más altos.

Por supuesto, asegurarse que no se tiene ninguno de los síntomas característicos del asma, dificultad respiratoria, tos y ruidos en el pecho en el momento de iniciar las actividad física. Y por último, usar los medicamentos prescritos por el médico antes, durante y después, en función de lo que se indique.

En cuanto a los deportes más recomendables para las personas asmáticas, desde el Instituto UCB de Alergia, se recomiendan los deportes que permiten momentos de actividad y de inactividad, como son los deportes colectivos, el tenis, el pádel, etc. Por las características ambientales que nos podemos encontrar en las piscinas climatizadas, (templado y húmedo), se convierte en un medio muy propicio para la realización de actividad física.

Otro ejemplo de ejercicio aeróbico es caminar. Andando entra menos aire por nuestras vías respiratorias. También nos permite llevar complementos, como las mascarillas, que eviten la inhalación de los diferentes agentes que pueden desencadenar un ataque asmático (polen, agentes químicos, etc.) y además, nos da la posibilidad de realizar ejercicio en entornos donde correr no está permitido, como puede ser un centro comercial.

Por último, también son recomendables aquellas actividades donde se presta especial atención a la respiración, como el Yoga, el Pilates o el Tai- Chi. En estas actividades se aprenden técnicas respiratorias que pueden ser muy útiles para los asmáticos durante los ataques de asma. La tranquilidad y disminuir el estrés en estos momentos puede ser clave para que las vías respiratorias no se cierren y la musculatura implicada en la respiración se agarrote dificultando aún más la respiración.

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