Menú
Martín Higueras

Raikkonen, príncipe de Spa

A partir de ahora Alonso no sólo debe preocuparse de Hamilton, que aún tiene dos puntos de ventaja, sino que también tendrá que vigilar a Raikkonen.

Una de las cosas más interesantes de este año es que cuando una escudería no funciona en un circuito, funciona en el otro. Gracias a eso tenemos un campeonato tan emocionante. Y la prueba de esto ha sido este fin de semana de Bélgica. Si en Monza la superioridad de McLaren fue aplastante, esta vez en Spa-Francorchamps los mejores fueron los Ferrari y sobre todo un Kimi Raikkonen que se convierte en un auténtico especialista de este precioso gran premio con su tercera victoria consecutiva. Iguala así a un piloto como Damon Hill, a mitos como Jim Clark y Fangio y sólo es superado por genios como Michael Schumacher, que tiene 6 victorias, y Senna con 5. Además, el finlandés demuestra una vez más lo gran piloto que es a pesar de las dudas de muchos.

Francamente hay pocas cosas que analizar en detalle de esta carrera sobre todo porque las cosas más interesantes han ocurrido dentro del pitlane. Aunque la partida fue realmente emocionante. Alonso no lo hizo muy bien y se vio forzado a arrinconar a Hamilton para intentar conservar el tercer puesto. Pese a eso, Hamilton se abrió y encontró tracción para emparejarse con el asturiano. Lo que vino después fue de auténtico infarto. Ninguno de los dos se rindió pero fue Alonso el que más aguantó en una maniobra de auténtica valentía. 

La primera tanda de entradas a boxes fue calcada entre las dos principales escuderías. Primero Raikkonen y Alonso y después Massa y Hamilton, lo que dejó las cosas prácticamente iguales en la pista ya que los segundos pilotos sólo esperaron una vuelta para entrar (no olviden que la pista tiene siete larguísimos kilómetros). Lo realmente importante vino en la segunda tanda de paradas. Mientras Raikkonen, Massa y Alonso lo hicieron en vueltas consecutivas, Hamilton esperó hasta 4 vueltas más (que equivalen a 28 kilómetros) que su compañero de equipo para intentar recortar segundos. Pero no fue así tal vez porque los neumáticos blandos que calzó Alonso se acoplaron de manera perfecta al MP4/22 y le dieron buenos resultados rápidamente y también porque se notó algunos problemas en el neumático delantero derecho de Hamilton. No hay que olvidar también el gran trabajo del equipo McLaren en el segundo cambio de Alonso invirtiendo sólo 5,8 segundos.

Es cierto que a partir de ahora Alonso no sólo debe preocuparse de Hamilton, que aún tiene dos puntos de ventaja. También tendrá que vigilar a Raikkonen y sobre todo a Massa que, pese a ser el que menos posibilidades tiene, podría ser clave para el resultado final del Mundial. El próximo GP es el de Japón y los antecedentes no existen ya que lamentablemente no será en Suzuka sino en el circuito de Fuji, toda una incógnita para los pilotos. La historia nos dice que ahí sólo ganó McLaren en 1977 con James Hunt aunque también es verdad que sólo se corrió dos veces. La otra en 1976, año en el que ganó Mario Andretti a bordo del Lotus-Ford. Lo que nos queda es un final de temporada muy emocionante. Se acabó la temporada europea –con un sorprendente Hamilton como líder ya que nadie apostaba por él a estas alturas de campeonato– y comienza la mini gira asiática (Japón y China) para terminar en Brasil. Queda poco pero seguramente mucho por contar. 

PD: No quiero terminar sin mostrar mi tristeza por la muerte de Colin McRae, un verdadero campeón al que tuve la suerte de conocer personalmente cuando cubrí para una revista el Rally de Cataluña de 2000. Ese año el escocés ganó la prueba seguido de Richard Burns (también fallecido) y Carlos Sainz. El español encontró en McRae a uno de sus más duros rivales, y según sus propias palabras también a un amigo. Es una noticia muy triste para el deporte del motor.

Puede dejar sus comentarios en: mhigueras@libertaddigital.com

En Deportes

    0
    comentarios