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Martín Higueras

Renault se atraganta en Montecarlo

Después de este gran premio hay una cosa clara: Alonso tiene que estar muy alerta de Raikkonen.

Si el GP de Mónaco tiene una característica es que nunca suele ser aburrido. Aunque el primero esté lejos de sus perseguidores, siempre hay elementos que hacen que la carrera sea apasionante. Este domingo no ha sido diferente. Sobre el asfalto de Montecarlo hemos visto al piloto más rápido del año: Kimi Raikkonen. Es verdad que esta deducción puede parecer extraña a juzgar por la clasificación del campeonato (Alonso es líder con una buena diferencia de 22 puntos) pero, sobre la pista, el finlandés ha demostrado otra vez más que es más rápido que el español.
 
Lo cierto es que la primera tanda de clasificaciones (es la última vez que tendremos este horrible formato) determinó las tácticas que los equipos establecieron en carrera. El sábado, Raikkonen aventajó en 481 milésimas a Alonso y eso permitió que McLaren decidiera salir con más gasolina en la segunda tanda y sacrificara unas décimas sin que la pole estuviera realmente amenazada, posición muy importante para el resultado final en este circuito. Alonso, pese a ser más rápido en la segunda sesión de clasificaciones (fue 0,398 segundos más rápido), partió desde la segunda posición.
 
La partida fue limpia y Raikkonen aguantó sin problemas el ataque de Alonso. Tercero se ubicó Fisichella, que dobló a Webber en los primeros metros. Lo que siguió a esto fue un total dominio de Raikkonen que, pese a tener el tanque lleno de gasolina, pudo escaparse de sus perseguidores. Todo parecía ir perfecto para el finlandés hasta la vuelta 24, momento clave para el posterior desarrollo de la carrera. En la curva Mirabeau, el piloto de Minardi Christijan Albers tocó el muro y quedó inmóvil provocando que Coulthard frenara en seco y que fuera tocado por Michael Schumacher, lo que dejó fuera de carrera al escocés. Detrás tuvieron que parar Villeneuve, Barrichello y Montoya. Este momento fue determinante porque provocó la entrada del safety car y ahí Renault cometió un error muy grave. Llamó a boxes al mismo tiempo a sus dos pilotos –que en ese momento estaban segundo y tercero– e hizo que Fisichella inexplicablemente tuviera que esperar detrás de Alonso, perdiendo unos preciosos segundos y un posible podio. El italiano se vio totalmente perjudicado por la torpeza de su escudería. Ambos salieron con los tanques llenos con la esperanza de pasar a Raikkonen cuando éste tuviera que entrar. Pero eso no sucedió y el finlandés era hasta tres segundos más rápido que Alonso.
 
En la vuelta 41, es decir 17 después que los Renault, Raikkonen entró a boxes y pudo conservar su primer lugar a su regreso a pista, a 15 segundos de Alonso. De ahí en adelante su carrera fue tranquila, realizando vueltas más rápidas que el asturiano. Para éste, el final de carrera fue una tortura. Tuvo que aguantar durante varias vueltas el ataque de los Williams de Webber y Heidfeld hasta la segunda entrada de éstos a boxes. A su vuelta en pista, ambos se intercambiaron los puestos y pudieron alcanzar otra vez al piloto español, que veía cómo sus Michelin (especialmente los traseros) lo iban abandonando poco a poco. El ataque de Heidfeld tuvo su fruto en la  vuelta 71, a la salida del túnel, en la nueva chicana. En ese mismo lugar, tres vueltas después, Webber pasó también a Alonso, aunque tuvo que repetir la maniobra dos veces en el mismo lugar para hacerse con el tercer puesto. Alonso terminó cuarto pero estuvo acosado en las últimas vueltas por Juan Pablo Montoya, que realizó una gran carrera junto a Ralf Schumacher después de partir ambos desde los últimos dos lugares de la parrilla.
 
Después de este gran premio hay una cosa clara: Alonso tiene que estar muy alerta de Raikkonen. El finlandés es, en este momento, el más rápido de todos y ya ha superado su fase de "mala suerte". El asturiano aún no, y es posible que en la próxima carrera recorte aún más su distancia con Alonso en la clasificación. Pero Alonso tiene un coche que ha demostrado ser también rápido y será el próximo domingo, en Nurburgring, donde veremos si el español logra cortar la racha de dos victorias consecutivas de Raikkonen.

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