Nadie se esperaba un resultado como el de este domingo después de las sensacionales clasificaciones del sábado en las que Alonso logró la pole. Lo cierto es que vimos mucho optimismo en especial porque faltaban largas y complicadas 56 vueltas. Lo que ha sucedido en Shanghai no ha sido bueno para el español, sobre todo porque el circuito chino era en principio un terreno bastante propicio para los Renault y todo lo contrario para Ferrari. Sin embargo, la lluvia, los neumáticos y algún que otro error mecánico fueron los que evitaron lo que parecía una victoria segura.
Este año la lluvia nos ha traído espectáculos realmente buenos, y lo que hemos visto en China fue también muy emocionante. Lástima por el resultado pero carreras como éstas demuestran una vez más que la Fórmula Uno sí es un deporte, a pesar de que algunos se empeñan a opinar lo contrario. La gran pena es que Renault no esté a la altura de los pilotos que tiene. En realidad a uno de los que tiene. Alonso lo hizo este domingo casi todo bien y sólo la elección de malos neumáticos (ahí la responsabilidad es de todos) y el error de uno de los mecánicos (el mismo de siempre) le privó salir de este infierno por delante de Schumacher tanto en carrera como en el Mundial. Ahora la cosa se pone realmente complicada.
No podemos dejar de lado el auténtico carrerón del alemán. Salió en un complicado sexto lugar con unos neumáticos que no habían funcionado el sábado. En las primeras vueltas no tuvo mucha suerte y tuvo que ir esperando para ir subiendo posiciones poco a poco. Y eso que tuvo el tapón de Fisichella durante muchas vueltas (para algunos, cuando es a favor de un piloto eso, es bueno). Pero las dificultades de Alonso le permitieron acercarse a él y pasarlo. De ahí en adelante sólo tuvo que administrar su ventaja, considerando que el compañero del asturiano ya no era problema. Lo que parece sorprendente son los pocos reflejos que tienen en Renault. Cuando Fisichella y Schumacher alcanzaron a Alonso, el equipo debió obligar al italiano a pasar a su compañero para que así fuera Alonso el que hiciera tapón. De esta manera, hubieran logrado un colchón de al menos cinco segundos. En lugar de eso "jugaron" a pasarse entre ellos y el más beneficiado a la postre fue Schumacher.
El gran problema para Alonso es que el próximo domingo llega el GP de Japón, una carrera que siempre le ha venido muy bien a Schumacher y bastante mal al asturiano. Mientras el alemán ha ganado ahí en seis oportunidades (1995, 1997, 2000, 2001, 2002 y 2004), Alonso ha logrado un tercer lugar como mejor resultado el año pasado. Ahora, el único que puede ser campeón en Suzuka es Schumacher en caso de ganar y no puntuar el español. Esperemos que no suceda y todo se resuelva en Brasil. ¡Qué final de temporada! Y pensar que algunos no consideran esto un deporte…
