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Martín Krause

No competimos en el mundial económico

Si al fútbol se refiere, los argentinos tenemos claro dónde queremos competir: en el Mundial, la Copa América y la Copa Mercosur. En fútbol queremos estar entre los mejores. Pero, si la pregunta es sobre las preferencias argentinas respecto a la integración comercial, el orden resulta al inverso: Mercosur, luego el ALCA y finalmente el libre comercio mundial. Sugiero que esto se debe a los distintos grados de confianza que los argentinos tienen en uno y otro campo.

Lamentablemente, no sentimos la misma confianza ni autoestima en la integración comercial, donde preferimos un tímido intento de competir en el Mercosur, antes que arriesgarnos al ALCA y ni hablar del mundo entero. Pero, ¿acaso, como en el fútbol, la Argentina no cuenta con gran cantidad de recursos que deberían permitirnos competir también entre los mejores? La respuesta es afirmativa si se refiere a los recursos naturales y a la calidad de la mano de obra, pero en el mundo de hoy se compite también en cuanto a los "marcos institucionales", determinantes del destino de las inversiones y del aumento de la productividad. Y en ese campo la Argentina apenas está para competir en el Mercosur y con problemas.

¿Qué es un marco institucional competitivo? Distintos estudios realizados en los últimos años analizan la cuestión desde ángulos diversos, pero presentando en conjunto un panorama consistente:

El Indice de Libertad Económica del Wall Street Journal/Heritage Foundation para el año 2001 considera importantes los siguientes rubros: tasas arancelarias, barreras no arancelarias y corrupción en las aduanas; bajos impuestos y gasto público; pocas empresas estatales; baja inflación; apertura a las inversiones externas; ausencia de controles de precios y salarios, respeto al derecho de propiedad y a la propiedad intelectual, pocas regulaciones, mercados negros. Utiliza una clasificación de 1 a 5 (siendo 1 la economía más abierta). Hong Kong está en primer puesto con 1,30, Singapur segundo con 1,55, Irlanda tercero con 1,65 y la Argentina en el puesto 29 con 2,25.

La consultora A. T. Kearny y el Foreign Policy Magazine elaboran un Indice de Globalización que toma en cuenta la apertura al comercio y el flujo de capitales, las telecomunicaciones y el acceso a Internet, entre otras. En primer lugar aparece Singapur, en el segundo Holanda y en el tercero Suecia. La Argentina ocupa el puesto número 39.

A. T. Kearny realiza también una encuesta global entre empresarios y elabora un Indice de Confianza para las Inversiones Externas Directas. En primer puesto está Estados Unidos con 2,03. La Argentina ocupa el lugar 24º con 0,96.

La consultora PriceWaterhouseCoopers elabora un "índice de opacidad", siendo ésta la "falta de prácticas claras, formales, y aceptadas generalmente en los negocios". Toma en cuenta la protección legal a las inversiones, las políticas macroeconómicas, los informes de las empresas a sus accionistas, la corrupción y las regulaciones gubernamentales. De los 35 países analizados, el primer lugar es para Estados Unidos y Chile con un índice de 29. La Argentina comparte el puesto 18 con Brasil y Taiwán, con un índice de 61. También calculan que debido a esta falta de transparencia, la Argentina pierde inversiones extranjeras por 18.000 millones de dólares al año.

Por último, un estudio publicado por el National Bureau of Economic Research ("The Regulation of Entry") mide los trámites necesarios para registrar legalmente una nueva empresa. Da el primer lugar al Canadá que impone sólo 2 trámites; le siguen Australia y Nueva Zelanda (3). La Argentina comparte el puesto número 48 con 12 trámites.

Del conjunto de criterios utilizados se desprende que un "marco institucional" protegiendo el derecho de propiedad no solamente del robo y la piratería sino del abuso fiscal de los gobiernos; prácticas claras y transparentes; pocas trabas reguladoras a la iniciativa individual; estabilidad de la moneda y apertura al comercio y a las inversiones son requisitos fundamentales para competir entre los primeros del mundo. Estos estudios muestran también que la Argentina no se clasifica.

Así vemos que, dado nuestro marco institucional, le tememos a la competencia, tenemos poca confianza y preferimos limitarnos al ámbito regional.

© Martín Krause es corresponsal en Buenos Aires de la agencia de prensa AIPE.

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