Menú
Michelle Malkin

La zarina de la energía

Browner ha superado cualquier límite al frente de la AMP. En su primer mandato, un subcomité del Congreso la destapó utilizando fondos públicos para financiar a grupos ecologistas con la finalidad de que se convirtieran en lobbys antirrepublicanos.

Obama ha sacado del depósito de cadáveres a otro clintonita para cubrir un puesto en su Administración: Carol Browner, una radical neo-verde que dirigió la Agencia de Protección Medioambiental (APM) entre 1993 a 2000. A Browner se la califica de "zarina de la energía", pero todavía quedan bastantes dudas éticas sobre su herencia al frente de la APM. Es más, no hace falta demasiada perspicacia para darse cuenta de que este nombramiento supone un nuevo quebradero de cabeza para el colectivo de la "Esperanza" y el "Cambio" que apoyó a Obama.

Para superar las diferencias partidistas, permítanme que le quite las telarañas y cuente algo acerca del pasado de Browner. Durante su último día al frente de la APM, esta señora supervisó la destrucción de sus archivos informáticos, en flagrante violación de una orden judicial que exigía la conservación de sus ficheros. Esto lo hizo después de jactarse de "estar orgullosa de su trabajo para incrementar la transparencia de la APM".

Al pedirle explicaciones de por qué obró así, se hizo la tonta y afirmó que no conocía la orden judicial firmada por el juez del distrito el mismo día que ordenó borrar los discos duros. Según el testimonio de la demanda presentada el 19 de enero de 2001 por la Landmark Legal Foundation contra la Agencia de Protección Medioambiental, Browner le decía a un informático: "Me gustaría borrar mis archivos; quiero que los elimines".

Como es sabido, la Landmark Legal Foundation había presionado a Browner para que diera a conocer todos los nombres de los lobbys que pudieran haber influido en la oleada de regulaciones que aprobó deprisa y corriendo al final de su mandato. Y es que dos días antes de ordenar el borrado de los ficheros, la AMP había acudido a los tribunales para presentar una moción contra el mecanismo judicial que protegía la conservación de los documentos públicos.

¿No incurre Browner en algún tipo de contradicción? Pues parece que no. La neo-verde aclaró que el ordenador de su oficina no contenía ningún material relacionado con su trabajo, sino sólo juegos de ordenador que había descargado para su hijo, por lo que quería formatear el disco duro como "gesto de cortesía" hacia la nueva Administración entrante de Bush. ¡Qué atenta!

Más tarde, sin embargo, su propia agencia admitía que otros tres altos funcionarios de la APM habían borrado sus discos duros y el back-up de sus correos electrónicos a pesar de la orden federal y del caso abierto de anticorrupción (no sabemos si se debía a que el hijo de Browner también jugaba en esos ordenadores).

Tras una batalla legal de dos años, el juez del distrito estableció que la APM había contrariado sistemáticamente la orden del tribunal de conservar los documentos públicos y condenó a la AMP a pagar todas las costas del proceso a Landmark. Como suele suceder en Washington, Browner se salvó milagrosamente de cualquier sanción seria, ya que, de manera sorprendente, el juez consideró que condenar a la agencia entera bastaba para disuadirla de futuros incumplimientos de la ley.

¿Es este el cambio que quiere traer Obama? ¿Es este el juego en el que quiere entrar? Browner ha superado cualquier límite al frente de la AMP. Al iniciar su primer mandato, un subcomité del Congreso la destapó utilizando fondos públicos para financiar a grupos ecologistas con la finalidad de que se convirtieran en lobbys antirrepublicanos. Dicho de otra manera, Browner utilizó su cargo para orquestar una campaña política de apoyo a grupos de extrema izquierda que atacaron a los republicanos.

Estas asociaciones antimercado, anticiencia pero pro histeria ecologista son los que trabajarán codo con codo con Browner en calidad de "zarina de la energía" de Obama. Volvemos a un pasado que ahora mismo no nos podemos permitir.

En Internacional

    0
    comentarios