Jesús Cintora, presentador de Las Mañanas de Cuatro. Qué tío. Hasta que llegó él, la expresión independencia profesional no había alcanzado su plena dimensión, porque una cosa es aparentar cierta equidistancia para hacer gala del pluralismo que exigen las sociedades democráticas en su espejo catódico y otra muy distinta (y superior) hacer del desempeño profesional un compromiso con la verdad, que es la única manera de ser realmente independiente. Y ahí, amigos, a Cintora no hay quien le gane.
Los gañanes que asaltaban supermercados para llevar comida "al pueblo" hambriento han tenido siempre las cámaras de Cuatro a su disposición para dar lecciones de teoría política y ética ciudadana, al igual que los participantes en los escraches a los políticos de derechas o los integrantes de los piquetes informativos partidarios de utilizar el mobiliario de los comercios como argumento sindical. Por no hablar de la famosa monja de clausura caracterizada por estar permanentemente en los medios de comunicación, contraria a la estructura formal de la Iglesia a la que pertenece, argentina de origen, catalana de adopción, separatista de vocación y fervorosa partidaria de Artur Mas, cuyo ejemplo es perfectamente representativo de la sociedad española en su conjunto y no sólo de la catalana. Pero ha sido con la eclosión de Pablemos en el panorama político cuando la tertulia estelar de Cuatro ha adquirido una relevancia definitiva, fruto de ese compromiso insoslayable con los sectores más pujantes de la sociedad civil.
Este pasado lunes, Cintora nos ha regalado otra actuación digna de ser estudiada en las facultades de Periodismo con su, digamos, entrevista al diputado del PP Martínez Pujalte. Enervado por la negativa tozuda del diputado a reconocer que España es un país destruido en el que se pasa hambre por culpa del Partido Popular, el presentador de Las Mañanas de Cuatro tuvo que tomar cartas en el asunto. Lo fácil habría sido dejar que los tertulianos replicaran al entrevistado, pero Cintora no podía dejar pasar esa desfachatez, así que tomó las riendas de la conversación para acabar reprochando al diputado murciano y portavoz de economía del PP en el Congreso las mentiras del "programa que usted y los suyos presentaron a unas elecciones". Los "suyos", o sea, la casta. En cuanto los universitarios bolivarianos lleguen a La Moncloa, cuestión de un año y medio a más tardar, el telediario vespertino de TVE ya tiene nombre y probablemente hasta título: Aló Cintora. De joven me habría gustado ser como él.