Belén Esteban, Princesa del Pueblo por la gracia de Telecinco, pudo por fin cumplir su sueño de saludar en persona a su homóloga la de Asturias. Ocurrió en la fiesta del 15º aniversario del nacimiento del diario La Razón, un medio de comunicación con vocación de ser instrumento de concordia entre los españoles y, desde esta semana también, valladar de la institución monárquica, que no es que esté atravesando precisamente en estos momentos su etapa más luminosa.
Los hay que tachan de frivolidad el cariñoso saludo de doña Letizia a la Esteban –"Hola Belén, ¿cómo estás?"–, que casualmente son los mismos que critican a la esposa del heredero a la Corona por su hieratismo cuando está en contacto con el pueblo soberano, tan distinto de la campechanía de la que siempre hace gala la Familia Real. Sin embargo, Letizia estuvo fantástica protagonizando ese gesto afectuoso hacia una española que, además, representa a una porción nada desdeñable de ese mismo pueblo soberano de cuyo favor depende la supervivencia de la institución.
El belenazo de la Esteban en su reaparición televisiva congregó a más de cinco millones de súbditos frente a la pantalla, mucho más de lo que cualquiera de los "representantes de la sociedad civil" que torcieron el gesto al ver la escena del saludo de las dos princesas puede esperar a reunir alguna vez en su desempeño laboral. Si la Monarquía es una institución que se debe a todos los españoles, lo justo es que tenga estos gestos de deferencia con sus referentes mediáticos más destacados. Y como somos demócratas, no importa el contenido de los mensajes que unos y otros ofrezcan al respetable porque en última instancia todos somos ciudadanos y, sobre todo, votantes en régimen de igualdad. Los progres que sólo ven los programas de Punset y leen el pétreo suplemento literario del diario global piensan que su voto debería valer por cien mil, pero, fracasada la intentona del 15-M para instaurar una democracia real con minorías ponderadas, esto es lo que hay: un ciudadano, un voto. También si eres fan de Belén Esteban.
Todos esos millones de personas que durante esta semana escucharán con arrobo el relato emocionado que la Princesa del Pueblo les va a ir ofreciendo por entregas van a mejorar su opinión de la Monarquía sin necesidad de costosas campañas de imagen. Tan sólo con un "Hola, ¿cómo estás?", la princesa Letizia ha hecho más por la Corona que la brigada habitual de monárquicos recalcitrantes en una década. No cabe dudar de la sinceridad del afecto mostrado por Leticia en su encuentro con Belén durante la fiesta de La Razón, pero aunque sólo haya sido un gesto de márketing, a ver quién lo supera.