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Pablo Molina

Ferreras trata de encauzar a un descarriado Pablemos

Iglesias presume de líder de la izquierda mientras actúa de obediente alabardero de la burguesía catalana.

Iglesias presume de líder de la izquierda mientras actúa de obediente alabardero de la burguesía catalana.
LaSexta

Al jefe de Informativos de La Sexta y presentador de Al Rojo Vivo le preocupa mucho la estrategia disparatada del jefe de Podemos. En relación con el asunto de la independencia de Cataluña, las ocurrencias de Pablemos están alcanzando unas cotas delirantes que ni siquiera el voluntarioso García Ferreras puede pasar por alto. El apoyo al referéndum del 1-O (a pesar de considerarlo un acto ilegal), su apuesta por una consulta a todos los ciudadanos españoles (que no podrá modificar lo que previamente hayan decidido "soberanamente" los catalanes) o la creación de la anunciada asamblea de cargos públicos, a la que no va a ir ni Puigdemont, son decisiones que convierten a los dirigentes podemitas en una banda de botarates antisistema. Y eso a Ferreras le duele.

Este martes, el jefe de La Sexta llevó a su tertulia televisiva al líder supremo de Podemos en persona en lugar de conectar con él en directo, como hace prácticamente a diario. La audiencia del canal eminentemente progresista quiere saber qué opina Podemos de todas y cada una de las noticias que ocurren en estepaís y Ferreras les garantiza ese servicio público de manera cotidiana.

Este martes, sin embargo, se notaba cierta tensión entre periodista y entrevistado. Ferreras quiere reconducir a las huestes podemitas, criadas a sus pechos, y hacer que vuelvan del monte al que han huido cual manada caprina en plena berrea. No va a ser fácil.

Iglesias presume de líder de la izquierda mientras actúa de obediente alabardero de la burguesía catalana; niega legitimidad a Felipe VI, "porque no le ha votado nadie", y a Mariano Rajoy, que ha obtenido el doble de votos que él, pero eso no invalida el argumento central, según el cual Pablemos es el único demócrata y los demás o representan al fascismo o coquetean con él.

Semejante cúmulo de contradicciones pueden tener como consecuencia que Podemos pase a ser una fuerza irrelevante a poco que sus votantes extremeños y andaluces comiencen a atar cabos. Ferreras lo sabe y este martes trató de hacer de Pablemos un líder con futuro que tan solo está pasando un mal momento. Todo saltó por los aires cuando la única mujer de la tertulia acusó a Iglesias de haberle guiñado el ojo en plan machirulo (oh qué felicidad, cuando los progres reciben su propia medicina). De propina, el Tony Manero de la izquierda revolucionaria se refirió al único dirigente popular que, según él, merece todo el crédito en esta crisis institucional que atravesamos: José Manuel García Margallo. Apaga y vámonos. Ferreras ya debe de haber perdido toda esperanza de recuperar a este muchacho; los espectadores de La Sexta lo van a comprobar muy pronto.

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