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Pablo Molina

La irresponsabilidad de la prensa anti Trump

La fijación con el presidente norteamericano podría estar perjudicando gravemente la lucha antiterrorista.

La fijación con el presidente norteamericano podría estar perjudicando gravemente la lucha antiterrorista.
EFE

El pasado día 12 el New York Times publicó una serie de revelaciones que tendrán un impacto negativo indudable en la lucha contra el terrorismo islamista. En las páginas del rotativo estadounidense de referencia, y poco después también en las del Washington Post, se publicaron las confidencias que el presidente estadounidense, Donald Trump, habría hecho al ministro ruso de Exteriores sobre la lucha contra el Estado Islámico (EI).

Según estas informaciones, Trump habría informado al canciller ruso de los planes de la organización terrorista para derribar aviones en vuelo utilizando explosivos que podrían engañar a los aparatos de rayos X de los aeropuertos haciéndolos pasar por baterías de ordenadores portátiles. La fuente de información de Trump habría sido la inteligencia israelí, cuyos agentes habrían podido entrar en los sistemas informáticos del EI a través de complicados procesos de hackeado.

Al principio, los dos rotativos se refirieron a un agente israelí reclutado en Siria como la fuente informativa de la Casa Blanca. Como explica aquí el analista especializado Alex Fishman,

eso fue suficiente para causar graves daños, puesto que el ISIS probablemente cerró filas y dificultó que se siguiera recolectando información. Incluso si dicho agente pudo salir a tiempo, independientemente de si realmente operaba allí o no, este informe cancela una extraordinaria fuente de información.

Pero si los datos revelados por Trump provienen de una infiltración cibernética en las redes del EI, las consecuencias pueden ser aún más devastadoras. Fishman:

La filtración del ‘New York Times’ de que la información sensible fue resultado de un ciberataque podría crear otro tipo de daño mucho mayor, relacionado con lainteligencia. El ISIS sabe que no hay una sola agencia de inteligencia en el mundo que no esté intentando infiltrarlo, por lo que ordena a sus miembros utilizar técnicas de comunicación opacas. Evitan utilizar comunicaciones computerizadas, y si lo hacen es de forma encriptada. Según informes recientes, la organización contacta con sus miembros a través de juegos de PlayStation o Xbox.

La respuesta de los terroristas es obvia, pero sus consecuencias no solo afectan a la lucha contra el EI, sino que pueden llegar a tener implicaciones mucho más amplias. De nuevo Fishman:

Ahora, todo lo que tienen que hacer los miembros de la organización es tratar de localizar el sistema que ha penetrado en sus ordenadores. Y no están solos: los países interesados en las capacidades de Israel también entrarán en los ordenadores del ISIS para capturar ese virus-troyano-gusano o sabe Dios qué. Tan pronto como se localice esa ‘ciber-herramienta’, es muy probable que el punto débil que permitió su entrada quede revelado también. Y ese punto débil -que muy probablemente esté presente también en los sistemas informáticos de otros países y organizaciones hostiles a Israel- será bloqueado. Como resultado, el atacante -que invirtió años en desarrollar esa herramienta e insertarla en diferentes sitio- verá todos sus esfuerzos anulados.

Si la información es cierta, aunque solo sea en parte, las revelaciones de la prensa estadounidense implican una gran responsabilidad. La cuestión ahora es si la denuncia periodística contra Trump por presunta revelación de información clasificada compensa haber puesto en riesgo años de esfuerzo y la vida de agentes antiterroristas, que trabajan para conjurar el mayor riesgo al que se enfrenta Occidente en la actualidad.

© Revista El Medio

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