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Pablo Molina

Los progres y la solidaridad

A la hora de utilizar el escacharre sentimental como excusa para vaciarnos el bolsillo los progresistas pata negra no tienen rival.

La crisis migratoria que vive Europa ha propiciado que los podemitas de todos los partidos con un presupuesto público a su alcance estén haciendo planes para dedicarse a lo que más les entusiasma: ejercer el buenismo con el dinero de los demás. La emotividad de algunas imágenes de este éxodo es un factor añadido que espolea aún más su vena solidaria. Escondan las carteras que vienen lanzados.

En cuanto las imágenes dramáticas de la llegada masiva de refugiados de Oriente Medio comenzaron a abrir los telediarios, se inició una competición entre los ayuntamientos y autonomías de toda España para ver qué gobiernico es más solidario. Como era de esperar, los podemitas fetén encabezan la clasificación, porque, por mucho que en el PP se esfuercen en imitarlos, a la hora de utilizar el escacharre sentimental como excusa para vaciarnos el bolsillo los progresistas pata negra no tienen rival.

De momento han colgado sábanas en las fachadas de los consistorios en las que dan la bienvenida a los refugiados, por supuesto en inglés. También están diseñando páginas web para que los solidarios de a pie se apunten. Es lo que Joan Ribó, alcalde de Valencia, ha denominado, con la cursilería insoportable de los progres cuando se ponen solidarios, "un ejemplo de ternura social". Social y presupuestaria, porque lo primero que han preguntado al Gobierno, antes de saber el número que les toca a cada uno, es a cuánto va a pagar Rajoy el refugiado. Y no lo hacen porque quieran hacer negocio con esta desgracia. Es simplemente que un progre no entiende la solidaridad como un acto personal que involucra únicamente al que lo ejerce, sino como una estrategia política que tiene que gestionar echando mano del presupuesto. Por esa razón los concejales, alcaldes, presidentes y diputados autonómicos del "Welcome Refugees" no tienen pensado acoger a ninguno de estos refugeees en sus homes. Ellos, con salir en la tele con su mejor cara de esfuerzo solidario ya han cumplido con creces.

En estos momentos no sabemos cuánto nos va a costar lavar la conciencia solidaria de los podemitas, ni cuántos terroristas islámicos van a entrar en Europa aprovechando la marea solidaria del Welcome Refugees (la prensa británica ya ha calculado que unos 4.000). Pero son detalles sin importancia. En el primer caso pagamos los contribuyentes y, en cuanto al terrorismo islámico, su existencia es consecuencia de la explotación capitalista y la invasión de Irak. Lo importante ahora es dar un ejemplo mundial de solidaridad. En ello están.

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