Estimada Ketty:
En los cuadros del PP existe la percepción generalizada de que la iniciada campaña electoral sobra. Que ni un día de estos quince que vamos a disfrutar en las caravanas popular y socialista sirven para nada porque es más que objetivo que los españoles ansían un cambio político. Ése que, como ha prometido este jueves Mariano Rajoy en Córdoba, permita ver de una vez por todas un rayo de luz al final del túnel.
Así pues, la campaña para el PP es como esa espera que se hace eterna antes del alumbramiento. Una Buena Nueva en forma de elecciones generales. Y, ¿qué se hace en ese tiempo? Absolutamente nada. De hecho, los estrategas del jefe no prevén variar las líneas trazadas en su discurso salvo hecatombe, véase el llamativo comunicado de la banda terrorista. Hasta entonces, habrá que entretenerse con los espontáneos, como el de esta mañana. Su "¿y de los asesinos de ETA, qué?" se convirtió en los más llamativo de la jornada, con permiso de los "intolerables" datos del paro.
Cuentan que Javier Arenas no sabía dónde meterse y que la tensión se respiró de inmediato. Pero Rajoy demostró que ya sabe torear este tipo de inconvenientes y no balbuceó en la respuesta. Si lo hubiera hecho, cosa distinta se contaría en las crónicas, pero no lo hizo. "Ley y estado de Derecho". Contundente él y contundente el aplauso. Primera prueba superada.
Pero entonces, ¿qué preocupa en la caravana del PP? Pues, hoy por hoy, los puntos arriba-abajo que se desprenden de los trackings, sondeos de poca muestra que se elaboran diariamente por Génova, y que dibujan un mapa tan azul que a los poderosos de la mítica calle madrileña les da hasta vértigo.
Destripadas estas encuestas tan valiosas, y de las que según me cuestas, Ketty, ni mu dicen en Ferraz, uno se da cuenta de que dos regiones son fundamentales: Andalucía y Cataluña. Y a ellas nos vamos a dirigir día sí, día también en un avión acorde con el tiempo de crisis y con las turbulencias como bienvenida. Ahora se explica que Rajoy haya preferido el AVE, que se convertirá en su gran aliado.
Por cierto, que escuchaba en tu crónica en esRadio a las 14.00 horas que Rubalcaba pincha el viernes. Que sepas que Rajoy lo hace el domingo. Y es que sí hay algo que pica en el PP: el cara a cara el lunes entre los candidatos a la presidencia.
Me despido desde Castelldefels, donde fue la tradicional pegada de carteles. Primera vez en la historia que un candidato del PP inicia la campaña en suelo catalán. ¡Cómo cambian las cosas!