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Pablo Planas

El Potro de Vallecas 'is back'

'Machirulo' parece ser un término de la jerga feminista para calificar al machomachista que llama feminazis a las feministas de comunión diaria.

'Machirulo' parece ser un término de la jerga feminista para calificar al machomachista que llama feminazis a las feministas de comunión diaria.
Irene Montero | EFE

Machirulo parece ser un término de la jerga feminista para calificar al machomachista que llama feminazis a las feministas de comunión diaria. Suena a marichulo y remite a marimacho, chulo y pirulo. Fue en la quinta edición de Gran Hermano cuando el joven Luhay Hamido acuñó la célebre expresión "Pa chulo chulo, mi pirulo", mientras se frotaba con la mano el antedicho pirulo. Pudiera ser que Irene Montero, portavoz de facto de Podemos en el Congreso, se haya inspirado en Hamido, que ahora es el presidente del Ceuta de balompié, para tachar así a un parlamentario popular. O en aquella otra concursante que se preguntaba "¿¡Ordinaria yo!?" mientras se paseaba en sujetador por la casa de Guadalix dando unas voces que llegaban hasta Madrid. A saber.

El improperio machirulo iba dirigido al escañero malagueño del PP Ángel González Muñoz, quien le habría espetado a Pablo Iglesias un "¿Quieres que baje o qué?" en la trifulca en la que el lenguaje corporal del líder morado era el de el Potro de Vallecas antes, durante y después de perder contra Pernell Whitaker el título mundial unificado de los pesos ligeros.

Debatían sus señorías sobre la puerta giratoria de Arsenio Fernández de Mesa cuando se desató el acabose, pelea de gallos, riña de gatas y ese "¡Por mi Pablo, mato!" de Montero contra el Machirulo de Antequera, localidad natal de González Muñoz, 1'84 de estatura y sobre los cien y pico kilos en la báscula. Puestos en el lenguaje parlamentario, mucho arroz para tan poco pollo, pero el púgil pesado malacitano cometió un error imperdonable al retar al minimosca de la corbatilla y la coleta. Para Rajoy, Pablo Iglesias es un prospecto con futuro y un protegido al que trata con el esmero que el señor Miyagui dispensaba a Karate Kid I. En cambio, el Machirulo es perfectamente prescindible para Mariano Terminator.

Observa Montero que hay que acabar con el machirulismo, que sería un sinónimo cheli de heteropatriarcado. Es tendencia, como el chonismo, lo macarra y los pantalones pitillo. Machirulo, capullo. Papichulo, perrea. No ha habido yoyas (¿qué seríamos sin Gran Hermano?), pero es que los latin kings se muerden la lengua, que te doy mamón, mientras los de la mara del 13 (Génova) se clavan las uñas en la palma de la mano. No conciben que Pablo esté en el secreto de Mariano, ni que Rajoy se cite a escondidas con Iglesias, quien visto frame a frame es mazo malote; el típico castigador que te azotaría hasta sangrar, seas machirulo o marichulo.

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