Menú
Pablo Planas

Mas: ¡seguimos para bingo!

Se ha avalado la estrategia de la desobediencia y ratificado la extensión de la 'operación Diálogo' a los tribunales.

Se ha avalado la estrategia de la desobediencia y ratificado la extensión de la 'operación Diálogo' a los tribunales.
EFE

Si de la lectura de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) pudiera caber alguna duda de que Mas y sus cooperadoras necesarias son culpables de desobediencia pero el tribunal hace la vista gorda y les aplica la pena mínima, no hay más que ver los rostros de alivio y alegría de los condenados ante un fallo que habilita la celebración de un nuevo referéndum en Cataluña antes o después del verano. Comoquiera que Puigdemont ya ha anunciado que no se presentará como candidato a la Generalidad, la convocatoria le saldrá tan barata, dada la jurisprudencia, que podrá darse el gusto de montar otra consulta por chicuelinas a cambio de dos años de inhabilitación y cien euros al día durante doce meses. Minucias.

Es cierto que los tres jueces del TSJC que firman la sentencia, don Jesús María Barrientos Pacho, don Carlos Ramos Rubio y don Eduardo Rodríguez Laplaza, le han alterado la agenda electoral a Mas al menos por dos años, si es que el Supremo o el Constitucional, al que se desobedeció con diurnidad y cachondeo, no acaban por darle la razón, le declaran impune y le otorgan la Gran Cruz de Isabel la Católica. Cierto es también que el precedente avala la estrategia de la desobediencia y ratifica la extensión de la operación Diálogo a los tribunales.

Tampoco es desdeñable el efecto que han podido tener en el ánimo de los jueces de Mas las recientes sentencias evacuadas en relación con asuntos de interés general como el caso Nóos o el de las tarjetas black, y que prefiguran un ambiente judicial propenso a juegos malabares tales como el de considerar que pudo haber desobediencia sin prevaricación, hallazgo que podría habilitar a los magistrados en cuestión para ocupar plaza en la asesoría jurídica de la Generalidad o, en su defecto, en la sectorial de juristas tribales de la CUP.

Dadas las actuales circunstancias, los abogados de Fèlix Millet y los Montull deberían reconsiderar seriamente el acuerdo al que han llegado con la Fiscalía, porque les podría salir el tiro por la culata ante la osadía de acusar a los intocables de Convergencia de haber participado en la rapiña del Palau de la Música. Gran día para el Astuto, al que sólo le ha faltado mostrar los cuatro dedos del 4% y anunciar ufano: "¡Seguimos para bingo!".

Temas

En España

    0
    comentarios