Mientras Artur Mas se entrega a la dolce vita en jet privado y yate de lujo por aguas de Formentera, Jordi Pujol rumia sus desgracias en la penumbra de un cuarto de Queralbs, provincia de Gerona, comarca del Ripollés. El descanso del guerrero en el caso del primero es darse a la molicie en cubierta. Pujol, en cambio, no halla reposo alguno ni consuelo en sus cogitaciones.
El contraste es mayúsculo. Mas se solaza en bañador, Pujol se desnuda del alma para dentro y exhibe los recovecos de su atormentada vida interior, las honduras de un espíritu torturado y la angustia atroz del penitente. Sí, Terelu se come una porra y se compra unas bragas. Vale, minuto de oro en prime time. Pero es que Pujol publica sus memorias en la web de la nueva fundación que se ha montado para ahorrar en gastos. "He vuelto a Queralbs", se titula la última entrega de su reality. Suena a amenaza para los vecinos. Ojo a las carteras que anda por el pueblo Trespercent.
Sin embargo, el texto es desgarrador, la narración de una pesadilla, de unos meses duros: "En primer lugar y en un cierto sentido sobre todo por mi propia actitud autocrítica. Autocrítica por motivos éticos, por responsabilidad, por el perjuicio causado", confiesa el expresidente de la Generalidad.
Cree Pujol que
es posible que esto [lo de los expedientes judiciales con su apellido] pase o que parte de esto pase. Que pase o que se compense o que se revalorice mi activo. (...) Si un tasador o un juez o algún día un historiador muy preciso tuviera que emitir una sentencia basándose en pesos compensados o argumentos jurídicos o contables estrictos o en hechos sólo y sin hurgar en la intimidad, o incluso -incluso- en resultados benéficos y positivos... Podría pensar que eso comportase un aprobado claro para todos, y puede que para la Historia. Menos para el interesado.
Tres cosas. Pujol no escribe, dicta o algo parecido, y pasa de signos de puntuación. La Historia, poca coña, le aprobará. Él, en cambio, alberga dudas, tanta es su modestia y autoexigencia. Y, además, ¿qué esconde ese "sin hurgar en la intimidad"?
Flagelo en la red, Pujol ante el espejo, Pujol sobre Pujol, Pujol contra Pujol, ¿qué piensa Pujol padre de Pujol presidente? Pujol da para una temporada entera de Sálvame. Pena lo de la intimidad. Aun así, este es el momento de la semana tras la barrera del pedo de Bertín Osborne.