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Pedro de Tena

Un escándalo monumental

Este frescales sabía perfectamente lo que eran, lo que significaban, lo que importaban, lo que representaban dos cementerios antiguos y muy bien conservados en un pueblo como Gerena, de honda historia y extraordinarias aportaciones a la cultura española.

Lo que más molesta de este personaje de la política provincial sevillana no es que haya actuado en Gerena como un sátrapa sin compasión hacia sus adversarios o contrincantes políticos. Lo que más altera el pulso sanguíneo no es que este politiquerillo de tres al cuarto tenga a varios miembros de su familia colocados en diferentes áreas y que su familia controle, nada menos que el 30 por ciento del comité local del PSOE, entre hijas y yernos. Lo que más subleva de este corrupto sujeto no es siquiera que oculte sus intereses económicos trenzados con la mayor urbanizadora que jamás hubo en Gerena, Jardines de Gerena SA, y que en ese camuflaje meta a los yernos como testaferros o personajes similares para que pasara desapercibida su relación personal con la empresa que construyó las urbanizaciones. Tampoco es lo que más indigna que silenciara tales contactos económicos antes de las elecciones municipales de modo que nadie en el pueblo había sabido que entre la constructora y el alcalde había nexos familiares.

No. Lo que más encoleriza el ánimo interior y nos convierte en personas capaces de proferir un exabrupto es que el impresentable primer edil es nada menos que catedrático de Latín y Griego y que ha ejercido como tal en el Instituto de Gerena. Es decir, que este frescales sabía perfectamente lo que eran, lo que significaban, lo que importaban, lo que representaban dos cementerios antiguos y muy bien conservados en un pueblo como Gerena, de honda historia y extraordinarias aportaciones a la cultura española. Téngase en cuenta, por ejemplo, que además de las riquezas arqueológicas, que merecen un lugar propio en el Museo Arqueológico de Sevilla, dio a luz a Garci Fernández de Gerena, el poeta lírico andaluz más antiguo, con nombre, obra y origen conocidos, de la literatura castellana. Un catedrático de Latín y Griego, por bodoque y asnal que pueda ser, debe saber qué es la riqueza cultural, especialmente si uno de los cementerios era romano.

Es este tipo de desahogado, capaz de ponerle una losa de hormigón a las riquezas históricas que tal vez otro alcalde más serio e íntegro podría haber convertido en museo local de envergadura y quién sabe si en futura riqueza turística para sus habitantes, el que ha desarrollado el régimen socialista en Andalucía. Todo da igual, salvo el poder del partido, el ganar las elecciones con unas casas nuevas, a las que por cierto no puso ni la luz en condiciones. Este pájaro ha sido nada menos que vicepresidente de la empresa promotora del turismo en la provincia de Sevilla y en su Diputación y lo que ha hecho con sus tesoros, su capital turístico, es sepultarlos. Aquí no hay ni atenuante ni eximente de ninguna clase. Este tipo de rufianes desalmados para los que todo tipo de persona, edificio, reliquia o resto son nada más que medios para sus fines salvajes, deben desaparecer de la vida pública española y andaluza. Ya está tardando en dimitir.

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