Hay virus informáticos que atacan a millones de computadoras, de forma brutal e inmediata, y se propagan a velocidad vertiginosa. El Love Bug (que de amoroso sólo tenía el nombre), Melissa, Michelangelo, Wazzu, Bubbleboy, son algunos de los más conocidos y han generado multimillonarios daños en horas de trabajo perdidas. Se tratan de virus letales que eliminan memorias, insertan palabras contaminantes e infectan las redes. Estas plagas suelen atacar borrando los archivos de la computadora afectada y plagiando las direcciones del usuario. Su efecto es multiplicador y mortífero.
En el Perú un nuevo virus ha sido inoculado en la vida política. Se trata de una toxina demagógica y populista, que se ha apoderado de las mentes, las ha secuestrado, y ha borrado la memoria de la gente: el virus Alan García.
Este sofisticado virus, que se ha extendido en un periquete por todos los estratos de la sociedad peruana, ha logrado desvanecer información capital del recuerdo colectivo. Por ejemplo, los peruanos ya no nos acordamos que:
- La quiebra económica ocasionada en el quinquenio 1985-1990 fue la más terrible de la historia republicana y más grave que la que experimentó el Perú durante la Guerra del Pacífico.
- La inflación acumulada de julio de 1985 a julio de 1990 alcanzó la tasa de 2,2 millones por ciento (la inflación mensual promedio fue de 39%).
- Los precios se multiplicaron 21,785 veces. El resultado, por ejemplo, fue que una camioneta station wagon Toyota Corona costaba, en agosto de 1985, 124 mil intis. En julio de 1990, con 124 mil intis solamente se podía comprar media cajetilla de cigarrillos y una cajita de fósforos.
- El crecimiento del PBI acumulado en dicho periodo cayó en 7%.
- Las reservas internacionales llegaron hasta menos 300 millones de dólares.
- Las empresas estatales perdieron 1.653 millones de dólares.
- El ingreso mínimo legal se redujo en 50%.
- Los gastos en salud y educación cayeron 15% en términos reales.
- En la ciudad de Lima la pobreza se triplicó. Pasó del 17% de la población en 1986 al 44% en 1990.
- La pobreza afectó a 13 millones de peruanos y la pobreza crítica al 54% de la población.
- El subempleo pasó de 42% a 73%.
- La gestión aprista estatizó la Belco Petroleum, los bancos, financieras y compañías de seguros y nacionalizó Leche Gloria.
- La inversión extranjera desapareció del país, se perdió capacidad de endeudamiento (porque Alan García decidió romper con el FMI) y, para colmo, se dilapidaron las reservas.
- El terrorismo avanzó de manera pavorosa.
- El 50% de los peruanos carecía de electricidad.
- La corrupción se esparció como un cáncer en todos los ámbitos.
- El ex mandatario, adelantándose a Fujimori, concentró en sus manos el poder político (el Legislativo perdió autonomía, el Poder Judicial estaba en manos de García, al igual que el Jurado Nacional de Elecciones, el Tribunal de Garantías Constitucionales y los organismos de control. El Banco Central imprimía dinero de acuerdo a los caprichos de Palacio.
- Las políticas de controles de precios suscitaron una creciente escasez de productos básicos, como el azúcar y la leche.
- En la administración aprista se produjeron 3.500 huelgas y se perdieron más de 124 millones de horas-hombre.
No continúo por un problema de espacio y porque tengo la terrible sensación de que el virus ha empezado a afectarme a mí también. Casi escapan de mi recuerdo las colas en los grifos, la falta de transporte, la luz restringida, la escasez de pollo, el agua contaminada. Ojalá que los peruanos encontremos la vacuna antes de la segunda vuelta. Mejor dicho, antes de que sea demasiado tarde.
© AIPE
Pedro Salinas es corresponsal en Lima de la agencia de prensa AIPE.
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