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Percival Manglano

La coherencia es fascista

Para el PSOE, la verdad nunca es un obstáculo a la hora de alcanzar sus fines.

Para el PSOE, la verdad nunca es un obstáculo a la hora de alcanzar sus fines.

Hay frases que marcan una campaña electoral. La actual ha sido marcada ya por el deseo de Elena Valenciano de probar "con la izquierda, como en Andalucía; veréis como todo va mejor". Al poco tiempo de desearlo, la Junta de Andalucía se saltó todas las normas para realojar a unos okupas afines, la Unión Europea certificó que Andalucía es la región europea con más paro y estalló un nuevo fraude milmillonario relacionado con los fondos andaluces de formación (la Junta, recordemos, tiene un presupuesto para políticas de empleo de ¡1.485 millones de euros!).

Valenciano expresó su deseo (insatisfecho, esperemos) en Málaga durante la entrega de los Premios Clara Campoamor. Estos premios fueron creados por el PSOE andaluz en 1998 para honrar a determinadas personas por su "compromiso con la igualdad". La apropiación por parte del PSOE de la figura de Campoamor es provocadora. No es sólo que Campoamor no fue nunca del PSOE: es que criticó su colaboración con la dictadura de Primo de Rivera (durante la que Largo Caballero, entonces secretario general de UGT y futuro presidente del PSOE, fue miembro del Consejo de Estado). Campoamor, abogada con 36 años tras muchos años de esfuerzo y superación personal, fue afiliada al Partido Radical de Alejandro Lerroux. Llegada la Segunda República, fue elegida diputada por este partido y miembro de la Comisión Constitucional.

Su defensa del voto femenino le enfrentó a la también abogada Victoria Kent, del Partido Radical Socialista. Esta formación había llevado el voto femenino en su programa electoral, pero, llegado el momento, Kent argumentó que debía aplazarse porque "es peligroso conceder el voto a la mujer" (para los intereses electorales de la izquierda, se entiende). Por suerte, Campoamor se impuso, aunque perdió su acta de diputada en 1933. La deriva de la República le llevó a acabar siendo muy crítica con el Frente Popular. Pese a todo ello, el PSOE ha usurpado su memoria y la aclama en sus mítines.

Dicho esto, lo más revelador de la incoherencia congénita del PSOE no es que tenga un premio Clara Campoamor; ¡es que también tiene varios premios Victoria Kent!: uno de poesía y otro "en favor de una sociedad más igualitaria". a cuya última edición asistió la presidenta del PSOE andaluz, Micaela Navarro, con ocasión del Día Internacional de la Mujer. Que el PSOE tenga premios Clara Campoamor y Victoria Kent al compromiso con la igualdad de género es como si el PP tuviese premios Manuel Azaña y Francisco Largo Caballero al compromiso por las libertades y contra el comunismo.

¿Por qué entra el PSOE en esta incoherencia? Hay por lo menos tres razones: por un lado, el PSOE ha promocionado a muy pocas mujeres, lo que le lleva a vampirizar a las figuras de otros partidos; en segundo lugar, su poder tras 35 años de régimen en Andalucía es tal que podría decir que la Giralda está en Almería, y a ver quién sería el guapo que se atreviese a desmentirlo; y, en tercero, está su proclividad a que la verdad nunca sea un obstáculo para alcanzar sus fines. Luis Solana, entonces presidente de Telefónica (y diputado del PSOE entre 1977 y 1982), lo expresó de manera magistral para sacudirse unas críticas de encima: "La perfección no existe, y además es fascista".

Pues eso: Andalucía es un ejemplo para Europa; el PSOE es un referente en la promoción política de las mujeres; Clara Campoamor y Victoria Kent fueron ambas del PSOE y grandes promotoras de los derechos de las mujeres… Y si alguien se atreve a discrepar, que se entere: la coherencia no existe, y además es fascista.

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