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Percival Manglano

Los esperpénticos Foros Locales de Carmena

Nuevo engendro pensado para deslegitimar las instituciones existentes por parte de los representantes de "La Gente".

Nuevo engendro pensado para deslegitimar las instituciones existentes por parte de los representantes de "La Gente".
Manuela Carmena | David Alonso Rincón

Los Foros Locales son un nuevo invento de la alcaldesa de Madrid. Se han creado para, supuestamente, promover la participación vecinal en cada uno de los 21 distritos de la capital. Se presentan como espacios en los que los vecinos podrán presentar sus inquietudes, debatirlas y exigir respuestas. El reglamento de estos foros se aprobó en diciembre pasado. El PP fue el único partido que votó en contra; lo hizo porque vio en ellos un nuevo intento de Podemos por deslegitimar las instituciones existentes y sustituirlos por foros dominados por "La Gente". Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos, sin embargo, votaron a favor con alborozo.

Los foros se comenzaron a constituir la semana pasada. Como concejal del PP adscrito a Salamanca, el sábado acudí a la sesión constitutiva del de este distrito. Este artículo resume lo ahí vivido. Fue esperpéntico.

Lo más importante a dirimir en la sesión constitutiva era quién sería el vicepresidente, cuáles serían las mesas de trabajo y quiénes las coordinarían. El presidente es siempre el concejal del distrito, pero el poder estará en manos de su vicepresidente. Este dirigirá la Comisión Permanente, una especie de Politburó que se reunirá autónomamente y tendrá la facultad de incluir en los órdenes del día de los Plenos de Distrito tres puntos. Es decir, los foros marcarán la agenda de los legítimos representantes de los ciudadanos votados en las urnas.

Llegué a la sala del centro cultural donde se celebró la sesión constitutiva a las 18:00. La sala estaba llena. De hecho, había una larga cola de personas frente a la mesa presidencial acreditándose para participar. En total, hubo unos 185 acreditados.

Con casi una hora de retraso, por fin empezó la sesión. El primer punto era la creación de las mesas de trabajo. Había que decidir cuáles serían, quiénes las compondrían y, sobre todo, quiénes las coordinarían (cada coordinador tiene un puesto reservado en la famosa Comisión Permanente/Politburó). Durante las siguientes tres horas reinó el caos más absoluto: votaciones en las que no se sabía qué se votaba, idas y venidas de la sala para reunirse y consensuar posiciones, gritos, protestas (una persona muy airada vino y me espetó: "Pero ¿cómo consentís esto? Soy del PSOE, pero esto es una vergüenza"; le recordé amablemente quien votó a favor y quién votó en contra de los foros)… Un asesor del concejal, fuera de sí, se pasó las tres horas haciendo grandes aspavientos y enfrentándose con varios asistentes. En los casos en los que no se pudo consensuar el nombre del coordinador del grupo de trabajo, hubo que votarlos. Se llamó a los miembros del grupo a la presidencia y se votó a mano alzada sin ningún control; cualquiera pudo acercarse a votar.

Los grupos de trabajo tienen su importancia. Algunos tienen un claro mandato ideológico, como, por ejemplo, el de Auditoría de la Deuda. Y otros tienen un contenido muy concreto, como el de Fiestas, donde se discute la organización de las fiestas del distrito (y sus contratos correspondientes).

En medio del caos, una cosa quedó clara. Los representantes políticos de Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos estaban pastoreando todo el proceso. Llevaban y traían a los asistentes para asegurar su voto, incluso levantaban el brazo de alguno cuando éste se despistaba en una votación (lo vi con mis propios ojos). ¿Resultado? Todos los coordinadores de mesa tenían una clara adscripción política: unos eran de Ahora Madrid, otros del PSOE y otros de Ciudadanos. Pero ninguno era un vecino independiente que estuviese ahí para defender los intereses de su barrio o vecindario.

Por fin, pasadas las 22:15, llegó el gran momento: la elección del vicepresidente. Había cuatro candidatos. Cada uno hizo un pequeño discurso presentándose y pidió el voto de los asistentes. Pero, en el fondo, este trámite era innecesario. Una candidata era de Ahora Madrid/Podemos, otra del PSOE, otro de Ciudadanos y el cuarto era un rebotado del PSOE que se presentaba como independiente. A continuación, se votó en urna. Yo había acudido solo como testigo, pero, aunque hubiese querido votar, no hubiese podido hacerlo, porque el reglamento dice que los concejales no tenemos voto en los foros (se ve que no somos Gente). Visto el percal, y para matar el tiempo, hice una porra con una vecina. Está mal decirlo, pero la clavé. Ganó la representante de Ahora Madrid, segunda la del PSOE, tercero el de Ciudadanos y cuarto el independiente.

La ganadora, representante de una asociación cuya existencia desconocía hasta entonces (contrariamente a las demás; la asociación apoyada por el PSOE, por ejemplo, recibe miles de euros en subvenciones de la Junta de Distrito), obtuvo 54 votos. Con un matiz. Veintidós de esos votos vinieron de 4 asociaciones. Y es que otra curiosidad del reglamento de los foros es que otorga a los representantes de las asociaciones un voto ponderado: los que tengan más de 501 socios tienen 6 votos; entre 101 y 500 socios, 5 votos; y hasta 100 socios, 2 votos. La representante del PSOE tuvo más votos individuales, pero perdió por el voto ponderado de las asociaciones. La nueva política.

En resumen: en un distrito madrileño en el que el PP obtiene sistemáticamente entre el 55 y el 75% de los votos, el Foro de participación vecinal estará dirigido por una persona de Ahora Madrid/Podemos elegida por 54 votos (ponderados). Y cada uno de los 21 distritos de Madrid tendrá un foro similar para competir en legitimidad con los Plenos de las Juntas de Distrito, cuyos representantes han sido votados por decenas de miles de personas. Esta es la farsa de participación ciudadana impulsada por Carmena (junto con el PSOE y Cs) en la ciudad de Madrid.

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