Las elecciones del domingo 30 de enero en Irak fueron un éxito de la democracia contra el terrorismo, de la libertad contra la intolerancia y, aunque usted no lo crea, contribuirán a un Medio Oriente más estable.
El perdedor John Kerry dijo el domingo que no podrían considerarse legítimas unas elecciones como las de Irak, señaladas por el miedo o el terror. Muy bien senador Kerry, ni el venezolano Hugo Chávez lo habría dicho mejor. De la que se han salvado los estadounidenses y el mundo. ¿Se imaginan tener en la Casa Blanca a este señor dando la victoria por anticipado al fundamentalismo terrorista de Al-Qaeda y a los fanáticos sunnitas que añoran a Saddam Hussein?
Todo es según el cristal con que se mire. El periódico mexicano Excelsior dijo el lunes en su titular principal esta sandez: "Bajo la metralla de EU, las elecciones de Irak", como si los atentados terroristas y los suicidas los aportaran los soldados de Estados Unidos y fueran ellos quienes les prohibieran a los iraquíes –bajo amenaza de muerte- ejercer el voto. Por contraste, otro diario mexicano, Reforma tituló: "Ganan votos a balas: Sufraga 60% en Irak". Un gran titular y un gran reporte es el de la edición del semanario británico The Economist: "Desafiando las bombas para depositar sus votos".
Las valientes mujeres de Irak. En casi todos los diarios del mundo se reproducen las emotivas fotografías de mujeres iraquíes formadas para votar o presumiendo con sus dedos entintados como símbolo de liberación. Algunos de los asesores mexicanos que ayudaron al diseño de las primeras elecciones libres en Irak –en más de medio siglo- relatan su asombro cuando se dieron cuenta de que algunos iraquíes no entendían que el dicho "un hombre, un voto" también incluía a las mujeres, a quienes ciertas lecturas del Corán les regatean su condición de seres humanos y sus derechos. Sí, otra victoria importante de la democracia y de la tolerancia; en Irak ahora también es cierto que "una mujer, un voto".
Un aviso para el vecino. Probablemente el país extranjero que con mayor atención siguió estas elecciones fue Irán, vecino de Irak. Hay varias razones, por ejemplo la reivindicación de los chiítas frente a los sunnitas, pero la más importante se refiere a que no son pocos los iraníes que calculan que si en Irak pudieron triunfar los votos libres, ¿por qué no en Irán frente a la atroz dictadura de los Ayatolas de la "revolución islámica"? Es también un aviso para el gobierno de Irán por aquello de "las barbas del vecino que has visto cortar".
Buenos augurios. El éxito de las elecciones en Irak es un buen augurio para el futuro del Medio Oriente e incluso para el panorama económico mundial en 2005.
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Ricardo Medina Macías es analista político mexicano
