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Rogelio Biazzi

A este lo echamos entre todos.org

Nada puede hacerse por el bien de España mientras Zapatero siga en el Gobierno. El primer obstáculo en el camino hacia la recuperación se llama Rodríguez Zapatero, ergo, ¡hay que echarlo!

El humo que desprenden las llamas del incendio griego se huele en los pasillos de La Moncloa. Sin embargo, el resplandor de ese fuego que ya encandila a casi todos en España, parece no afectar a nuestro presidente. ZP se ha calzado unas raybands tan oscuras que le filtran todo lo que no quiere ver. Quizás prefiera no saber, para así poder mentir con más libertad. Hace ya bastante tiempo que ha perdido sus dotes de ilusionista. Ya no hipnotiza a nadie, ya nadie le cree, ya ha perdido tanta credibilidad que hasta cuando dice la verdad –como en el cuento del lobo y las ovejas– todos lo miran con escepticismo y siguen como si lloviera. Le pasa con los mercados, con la Bolsa, con los empresarios, con la oposición e incluso con algunos socialistas, con los gobiernos de otros países... ya nadie cree en él.

España no es Grecia. Claro que no, tenemos sus mismos males pero agravado por nuestro mercado laboral que está mucho más hundido. Compartimos dos graves problemas –enorme déficit público y creciente coste de financiación– aunque con realidades distintas: nuestros números rojos son incluso superiores y su deuda pública casi duplica a la nuestra. ¡Pero ojo, nuestra tasa de paro es casi diez puntos mayor que la de Grecia! El tridente diabólico, déficit, paro y deuda, se cierne sobre España, lo que hace super urgentes, imprescindibles, impostergables al menos dos cosas: la primera, reducir fuertemente el gasto para disminuir el déficit y generar una confianza que baje el riesgo español y el precio que nos cobran por prestarnos dinero. La segunda, reformar de una vez por todas el mercado de trabajo. Zapatero no quiere o no puede hacer ninguna de ellas: por un lado, el ajuste que está dispuesto a hacer es insignificante. Irlanda y el Reino Unido han visto las orejas al lobo y han apostado por una política de recorte profundo del gasto; pero aquí nuestro presidente llama ajuste a una reducción de un millón y medio de euros en sueldos de altos cargos, mientras aumenta más de un 3,3% las nóminas del resto de funcionarios. Por otro lado, parte del ajuste debe hacerse en administraciones autonómicas y ZP no está dispuesto a pelearse con catalanes o andaluces recortándoles recursos: allí están sus –cada vez más mermados– votos. Tampoco quiere enfrentarse a los sindicatos y está claro que si de ellos depende, no habrá reforma laboral.

Rajoy debe haber salido de su reunión en La Moncloa convencido de una sola cosa: Zapatero debe dejar ya mismo el Gobierno. Moción de censura, elecciones anticipadas... buscar la forma, pero ya. Le ha dicho al presidente que se le acababa el tiempo para tomar medidas, y ZP le contestó que descartaba un ajuste drástico del déficit y que no habría reforma laboral sin el apoyo de los sindicatos. La conclusión más lógica: nada puede hacerse por el bien de España mientras Zapatero siga en el Gobierno. El primer obstáculo en el camino hacia la recuperación se llama Rodríguez Zapatero, ergo, ¡hay que echarlo!

Por mi parte no puedo hacer más que escribir lo que pienso. Bueno, también puedo hacer lo que cualquier ciudadano de a pie, movilizarme para que esto cambie de alguna manera. Tengo claras dos cosas: una, que hay que sacar a ZP de La Moncloa y dos, que las redes sociales son hoy la herramienta más potente de quien no tiene acceso a los medios masivos de comunicación. He creado un grupo en Facebook que se llama A este lo echamos entre todos.org, sin manifiesto alguno ni más consigna que lograr un número importante de adhesiones que mueva a algún político a instar un cambio de Gobierno. Los invito a unirse. ¡Que el poder cívico muestre a nuestros dirigentes el camino!

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