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Rubén Loza Aguerrebere

¡Ahí vienen los piqueteros!

Hay cosas que tienen nombres de ninguna parte pero son identificables en todas. ¿Señales del mundo moderno? Por ejemplo, los Piqueteros. Su fama crece día a día, pues siguen entrando en acción y, al parecer, son imparables, en un conflicto que se agudiza. Tanto es así, que el ministro del Interior, Aníbal Fernández, dijo que si bien esta modalidad de los piqueteros “no es el camino correcto” (sic), no les reprimirá. Sugirió que la Justicia debería intervenir; pero mientras no se detenga a uno de ellos, el asunto va para largo. Y asusta. Porque ya se sabe que los eventuales inversores en Argentina tienen, en el segundo lugar de sus análisis este tema; el primero se relaciona con el estudio de las seguridades legales, y luego aparece el de la violencia en Buenos Aires
           
La semana pasada un grupo de unos cien piqueteros (que sigue a Raúl Castells) tomó al asalto nueve locales de la empresa McDonald´s en la capital argentina. Al igual que cuando tomaron Repsol, redactaron las peticiones para abandonarlos. Los ocuparon por tres horas. Mientras tanto, otros bloques piqueteros, más ortodoxos digamos, como el Bloque Piquetero Nacional y la Corriente Clasista y Combativa, realizaban marchas multitudinarias por las calles porteñas, manteniéndose, así, en su tarea más habitual. De esta manera, ponían ese día punto final a la denominada Semana Nacional de Lucha. (Por falta de imaginación para los nombres de grupos y actos, nadie puede quejarse). Habían planeado, pero no lo realizaron, tomar el Ministerio de Trabajo; baste recordar que ya lo hicieron en una oportunidad.
 
Ricardo López Murphy (líder del grupo Recrear) ha dicho enfáticamente: “Se ha abandonado el camino de la ley y de las instituciones y pasado a la acción directa y a una actitud selvática”.
           
A medida que crece el conflicto entre la sociedad y los piqueteros, con la amenaza de mayores daños a la propiedad privada, no sólo los políticos han comenzado a inquietarse (ya era hora), sino también los piqueteros entre sí. Hay quienes sostienen que es una “lucha política contra el Estado”, y que, por ello, no se debe distribuir la riqueza por propia mano; en tanto, otros grupos (del líder Castells, por ejemplo) confían en la “vía directa”, y esperan ahora que Mc Donald’s les entregue la leche que pidieron al ocupar sus locales, mientras adelantaron que el miércoles realizarán una nueva “jornada de lucha”, para pedir al gobernador Felipe Solá 110.000 kilos de alimentos que la provincia adeuda a esa agrupación piquetera.
           
El ex presidente Duhalde, progenitor de Kirchner, se encuentra cada día más distanciado del mandatario, y está reuniéndose en Buenos Aires con sus principales dirigentes. Vive en Montevideo donde ocupa el secretariado del Mercosur. La semana pasada tuvo lugar un ruidoso malestar, que traspasó las fronteras. Y Uruguay fue el camino o la coartada de Duhalde, pues éste argumentó que estaba en Buenos Aires tratando temas vinculados al Mercosur y, especialmente, el postergado asunto del puente entre las ciudades de Colonia (Uruguay) y Buenos Aires. Mientras tanto, las esposas de ambos, a su vez, están en plena guerra, porque se van acercando, a velocidad demasiado rápida, las elecciones en la provincia. Hilda (Chiche) Duhalde, diputada, quiere elecciones internas mientras la senadora Cristina Kirchner y su esposo (no sin razón) se oponen férreamente a ellas. Mañana, un nuevo capítulo...

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