Menú
Susana Moneo

Los chistes del verano

Y la última es de la Ministra Narbona, que, obnubilada por la repercusión de sus pinitos como top model, se ha apresurado a anunciar algo que no puede

Mientras Zapatero sigue descansando en su exclusivo retiro menorquín, algunos de los suyos no descansan. No paran de lanzar propuestas, globos sonda o serpientes de verano a través de Prisa. Flaco favor se hacen unos a otros con anuncios carentes de sentido común y contrarios a la lógica política, realizados a modo de publirreportajes en el órgano de prensa de un partido.
 
Tras el lío de "papeles para todos" aventurado por Consuelo Rumí, con el titular del ramo, Jesús Caldera, en su cubil vacacional, un ministro, Jordi Sevilla, lanzaba el órdago al Senado en nombre de ciertas comunidades autónomas, jaleado por Maragall e Ibarreche. Pero ellos mismos se delatan. En tal baile de histriónicos proyectos hemos oído a Javier Rojo intentar, sin conseguirlo, explicar de qué se trata la propuesta que afecta a los cimientos de la cámara que preside. Ni él mismo lo entiende, o no lo quiere entender por lo que ha optado por declarar que todo se hará con el consenso del PP.  Pero como parece que aquél que se precie de ostentar carguete alguno en el PSOE tiene que realizar su “aportación” particular a este agosto, Rojo no deja de recordar la suya. En el Senado se utilizarán las lenguas que “son patrimonio de todos los españoles”. Se ve que el español no lo es. La legión de nuevos funcionarios se lo agradecerá. Como intentos para congratularse con el gran jefe Maragall no están mal.
 
Y la última es de la Ministra Narbona, que, obnubilada por la repercusión de sus pinitos como top model, se ha apresurado a anunciar algo que no puede. No está dentro de sus competencias. La limitación de la velocidad con tres propósitos –que no dudo serán encomiables– pero se le olvida que esa norma no depende de ella, sino de la dirección general de tráfico.
 
Esperamos ansiosos la vuelta de Zapatero, o en su defecto la de Alonso, o mejor Solbes con los recortes presupuestarios, o mejor todavía Moratinos con el libro de chistes, aunque sean de Lepe, bajo el brazo.

En España

    0
    comentarios