Menú
Thomas Sowell

Tim Russert, un periodista excepcional

Lo que hacía especial a Tim Russert no era un lema particular o algún papel dramático preparado con antelación. Él era lo que parecía, un tipo corriente que afrontaba el directo tras haber investigado exhaustivamente el asunto que iba a tratar.

Solamente en el súbito fallecimiento de Tim Russert a los 58 años de edad, su verdadera talla como periodista de referencia ha sido reconocida con la amplitud que merecía desde hacía tiempo.

Preguntar quién le reemplazará como presentador de Meet the Press es enfrentarse a la realidad de que no hay nadie comparable en el horizonte: aquellos de nosotros que hemos seguido Meet the Press desde los días olvidados de Lawrence Spivak sabemos que Russert era el mejor de entre los buenos.

Lo que hacía especial a Tim Russert no era un lema particular o algún papel dramático preparado con antelación. Él era lo que parecía, un tipo corriente que afrontaba el directo tras haber investigado exhaustivamente el asunto que iba a tratar. Además, poseía una aguda visión de la política y los políticos. No alardeaba de sus conocimientos. Era una de esas pocas personas muy inteligentes que parecen no sentir ninguna necesidad de impresionar a los demás con su brillantez. Pero, si uno conocía el asunto del que hablaba, se daba cuenta de que había cumplido con la tarea de preparárselo bien.

Pero había algo más que diferenciaba a Tim Russert de muchos otros periodistas, ya fueran de prensa escrita o de televisión: su agenda consistía en sacar los hechos a la luz. No dejaba que los políticos a los que entrevistaba se escabulleran con declaraciones ambiguas o posturas inconsistentes. Pero tampoco practicaba el periodismo “combativo”. No se trataba de intentar filtrar o manipular la información para promover alguna política o ideología particular.

Seguro que Tim Russert tenía sus propias opiniones. Después de todo, había pertenecido al gabinete del difunto senador Daniel Patrick Moynihan y a la plantilla del exgobernador de Nueva York Mario Cuomo. Pero cualesquiera que fueran sus posturas políticas, entonces o después, éstas no influían en su forma de ejercer el periodismo. Él estaba ahí para servir a la audiencia aclarando los asuntos del mundo político, un ámbito en el que la manipulación está a la orden del día.  

A menudo, los que se quejan de la parcialidad en los medios de comunicación discuten sobre la cuestión como si lo necesario fuera ser "justos" con "ambas partes." Sin embargo, ser honrado con la audiencia, que busca información y entender el mundo que le rodea, y no la ideología o la agenda del periodista, es más importante. Esto no significa denigrar a los periodistas de opinión, que al igual que Tim Russert, juegan un papel importante. Pero la cuestión, tanto con los periodistas de opinión como con los reporteros, es si se es sincero con la audiencia, en lugar de filtrar los datos inconvenientes con el fin de manipular a los espectadores en aras de alguna agenda política.

En resumen, importa más la honradez que la "justicia". Lo relevante se reduce, en definitiva, a saber si los periodistas ponen las cartas sobre la mesa. Russert ponía las suyas boca arriba, y todas eran triunfos.

Una pequeña nota personal: hace algunos meses, un viejo amigo decía que le gustaría recibir una grabación de mi entrevista en Meet the Press allá por 1981. Estuve buscando como loco una vieja cinta en mi garaje pero, tras haber pasado varios veranos en un lugar tan caluroso, no estaba en muy buen estado. Probé escribir a Meet the Press para ver si me venderían otra copia, si es que aún se encontraba disponible. Esta entrevista tuvo lugar allá por los tiempos en los que Bill Monroe era el moderador del programa. Pero, puesto que el único nombre que conocía en Meet the Press era Tim Russert, le envié una nota imaginando que alguna de sus secretarias podría darme la información. En vez de esto, recibí un DVD de la entrevista, una nota informal escrita a mano por el propio Tim Russert y, además, una transcripción de la entrevista.

La forma en que una persona trata a quienes no pueden causarles ni bien ni mal dice mucho sobre su carácter. Para mí, también en este aspecto, Tim Russert fue sobresaliente.

 

© 2008 Creators Syndicate, Inc.

En Internacional

    0
    comentarios