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Vicente Azpitarte

Permítanme que les explique por qué el Madrid no está en crisis... aunque lo estará

El verano próximo se antoja clave y es ahí donde la verdadera dirección deportiva va a tener que tomar decisiones. La primera: impedir que Zidane no quiera ventas ni fichajes.

El verano próximo se antoja clave y es ahí donde la verdadera dirección deportiva va a tener que tomar decisiones. La primera: impedir que Zidane no quiera ventas ni fichajes.
Zidane, pensativo, juega con un balón | EFE

Crisis por aquí, crisis por allí, crisis a todas horas. Es, sin duda, la palabra de moda para definir la situación actual del Real Madrid, pero les voy a pedir que por un momento se abstraigan de tanto tremendismo y me permitan que les hable sobre los siguientes aspectos:

La clasificación y las posibilidades de ganar títulos este año

Los blancos se encuentran a un mundo de distancia del Barcelona en la clasificación liguera, pero la Liga no es el único título que se disputa y tampoco es el más importante.

El Real Madrid arrancó la temporada optando a seis competiciones. Ha ganado tres títulos a estas alturas y aunque sean considerados como menores por la mayoría, sin embargo no pueden evitar que recordemos el trayecto que hay que seguir para ganarlos. Todos los jugadores del mundo querrían disputar un mundial de clubes, eso significaría que son campeones continentales.

Bien, ahora restan las tres competiciones más importantes de la temporada. En primer lugar diré que los blancos siguen vivos en todas, cosa que no ocurre con otros grandes como el Atlético, ya eliminado en Champions. Es evidente que la Liga se ha convertido en una quimera y que los blancos viven una eliminación virtual, pero a estas alturas de la temporada pasada los de Zidane ya habían sido eliminados en una de las tres grandes: la Copa del Rey. Mientras, la clasificación como segundos de grupo en Champions no es nada representativa puesto que la temporada pasada ocurrió lo mismo y el Madrid consiguió alzarse con el título.

Semántica

Si podemos estar de acuerdo en que la situación del Real Madrid en Liga es mala, dramática, trágica o incluso histórica por la enorme diferencia con el líder, también podremos convenir que la situación en el resto de competiciones es la esperada: tres ganadas y dos con opciones intactas. Por lo tanto: debería haber algún término intermedio que nos permita explicar con exactitud cuál es la situación en la que se encuentra la entidad blanca, porque la enorme diferencia en Liga no puede legitimar para usar el término crisis de una forma global. Salvo que se hable exclusivamente de la competición liguera; de esa forma el Real Madrid sí que estará en crisis.

El juego

Este es el apartado más subjetivo de todos. A unos les puede gustar cómo juega el Real Madrid y a otros no. Lo importante aquí es que a Zidane le convenza lo que está ocurriendo y probablemente el técnico blanco esté haciendo su análisis teniendo en cuenta otros elementos que se le escapan a tantos aficionados. Sin embargo, podemos coincidir en que el técnico no está nada contento y de ahí la reunión que se produjo en Valdebebas con toda la plantilla. En ese encuentro en el vestuario, jugadores y técnico dedicaron casi una hora a analizar diferentes situaciones de juego que se habían dado durante la temporada para mejorar y volver a la senda de la temporada pasada. Se dijeron muchas cosas, pero sobre todo analizaron imágenes.

Lesionados y arbitrajes

Por suerte para el Real Madrid, esta tiene pinta de ser la última temporada en la que tendrá que preocuparse por los árbitros. El VAR llegará en unos meses para impartir justicia y el famoso 'saldo arbitral', ese que explica cómo el Barcelona se ha visto no levemente, sino profundamente beneficiado por el colectivo divino, se verá equilibrado, otorgando posibilidades al resto de equipos.

Zidane ha sufrido una auténtica plaga de lesiones esta temporada en su plantilla y la muestra para entender el problema se vio en Balaídos. Gareth Bale fue capaz de revolucionar el encuentro en dos minutos y su producción desde que ha vuelto tiene que servir para darnos cuenta de lo que pierde el Madrid cuando no está. En su medida, cada lesionado de la lista no solo ha dejado de sumar sino que ha restado potencial pero en ningún caso todo esto entra en la ecuación del aficionado. Da igual si el Real Madrid ha llegado a tener el 70% de su once inicial habitual lesionado, la exigencia es la misma y como ZIdane no se queja en rueda de prensa, los lesionados no existen.

La memoria

Esto es clave para entender por qué el Real Madrid no está en crisis. Hasta hace dos semanas, la plantilla blanca era la mejor del mundo y habían hecho historia consiguiendo dos Champions de forma consecutiva. Tres en los últimos cuatro años. El doblete histórico de la temporada pasada parece pertenecer a un tiempo remoto. Zidane, el segundo entrenador que más títulos ha ganado en la historia del Real Madrid, ahora se ve atosigado porque en una de las seis competiciones que disputa este año, no tiene opciones de ganar.

Pero perdonen que repita el nombre del entrenador del Real Madrid: Zidane. Porque él fue el elegido para sacar al Real Madrid de la mayor crisis en la que se ha visto la entidad en los últimos tiempos. El fax, la eliminación administrativa en Copa del Rey, los malísimos resultados en Liga y Champions y una imagen de equipo absolutamente menor, hicieron que Rafa Benitez tuviera que ser despedido, expulsado y repudiado por el enorme mal que produjo en el Real Madrid durante apenas seis meses. En seis meses Zidane ya había ganado una Champions con el mismo equipo.

Decir que el Real Madrid se encuentra hoy en la misma situación de crisis que el Madrid de Benítez, es no tener memoria ni medida. Pero sin embargo el analista común utiliza el mismo término: crisis. Que el francés no tiene experiencia en casi nada es una evidencia temporal pero igual que le dieron el tiempo escaso y suficiente para ganar todo lo que ha ganado, ahora tendrán que concederle la posibilidad de levantarse de este mal momento en Liga.

Los blancos sí que vivirán una crisis de forma inminente

Porque tras todo lo expuesto, es cierto que al Real Madrid le queda poca capacidad de reacción. Las salidas del pasado verano demuestran que entre Morata, James y Mariano, suman más olfato de gol que hasta 22 jugadores de la actual plantilla blanca. Eso se ha convertido en un problema en el año en que además, los pocos que marcan lo hacen en contadas ocasiones.

Los millones que se quedaron en caja podrán servir para arreglar todo esto pero entonces tendrán que asumir que la situación que vive el Real Madrid en Liga, también viene como consecuencia de la ausencia de fichajes con capacidad goleadora real. Si el que decidió guardar todo ese dinero lo entiende así, perfecto, pero quizá deberían explicarlo al resto.

Los despidos del Dr. Jesús Olmo y del preparador físico Bernardo Requena ya se han hecho notar y más que se notarán. Pintus, actual preparador físico y anquilosado en los métodos que le hicieron grande en su momento, sólo tuvo que sumarse a la fórmula Requena pero es evidente que la situación de la plantilla deja mucho que desear y ahora llega lo más duro. En cuanto al doctor, los traumatismos que sufrió la temporada el Real Madrid en forma de lesiones fortuitas se han convertido en roturas musculares producidas por la ausencia de medida en las cargas del día a día. Lesionados y jugadores en baja forma lastran al equipo.

Y evidentemente llegamos a una situación psicológica que se está dando y encima en año de Mundial con lo que ello conlleva para algunas estrellas del Madrid que se enfrentan a su último tren mundialista. Los blancos, en la era de Messi y de un Barcelona que lo ha ganado todo, le han dado la vuelta a la tortilla hasta tal punto que se convirtieron en el equipo de referencia a nivel mundial. Ese desgaste y ese placer a partes iguales hacen que la motivación no sea la misma y si el motivador no consigue cambiar la dinámica hará que la borrachera de títulos obtenidos se pueda convertir en una resaca difícil de disipar.

Que el Real Madrid no vaya a ganar ningún título más este año es una realidad posible y cercana, por ello la importancia de los movimientos que pueda realizar el próximo verano la entidad. Es ahí donde los blancos se juegan el seguir entre los grandes durante el próximo lustro.

Si este año se asume como transición o premio a los que lo han ganado todo para un nuevo futuro glorioso me quedará poco que objetar puesto que un año así no supone nada en la histórica trayectoria de la entidad. Pero quizá la clave pase por impedir que Zidane no quiera hacer cambios, ni salidas ni entradas, y que la verdadera dirección deportiva de la entidad tome las riendas para evitar problemas en el futuro.

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