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Víctor Cheretski

El fascismo arrasa

El nazismo del Tercer Reich nació y creció en las cervecerías de Munich. Los brotes del fascismo moderno proliferan en los campos de fútbol. El fenómeno se da en muchos países: por algo el mundo está globalizado. Pero en Europa, por lo menos, las autoridades se muestran preocupadas por la existencia de este fenómeno de carácter nazi-futbolístico y la policía lo reprime con todos los métodos permitidos en las democracias.

No pasa lo mismo en Rusia. Allí, estos elementos se sienten héroes intocables ante la incomprensible tolerancia del poder. Son considerados “patriotas” y se les permite cualquier cosa. Muy significativos en este sentido han sido los trágicos acontecimientos del pasado domingo en pleno centro de Moscú tras la derrota de Rusia en el campeonato mundial de fútbol. Unas diez mil personas protagonizaron un verdadero “pogrom” a pocos metros del Kremlin, sede de la presidencia rusa. Quemaron decenas de coches y autobuses, saquearon comercios, rompieron centenares de escaparates y ventanas, dañaron hasta el edificio de la Duma, sede del parlamento. La céntrica calle Tverskaya quedó completamente destrozada. Murieron, por lo menos, tres personas y más de 100 resultaron heridas.

El lema de los manifestantes fue “¡Mueran los morenos (gente del Cáucaso), judíos y policías!” La policía se mostró indiferente y sólo reaccionó cuando fue atacada con cocteles “mólotov” y piedras. Se produjeron algunas detenciones, pero todos fueron soltados posteriormente, ya que no se encontraron entre ellos a los “instigadores de los disturbios”. No obstante, estas acciones estuvieron bien organizadas. En la muchedumbre se veían paramilitares, hombres uniformados, pertrechados con cuchillos y material inflamable, que llevaban símbolos nazis. Coordinaban sus “actividades” por woki-toki y teléfonos móviles.

El jefe de la policía moscovita, el general Vladímir Prónin, justificó la ineficacia de los agentes por la “imposibilidad de sostener las emociones” de los insurgentes. Mientras tanto, la prensa oficialista “tranquilizó” a los moscovitas: los que “manifiestan tanto ardor en defender la selección nacional son también buenos defensores de su patria”. Así que no se trata de los nazis sino de un movimiento patriótico de masas que se salió “un poco” de los límites permitidos.

Hay que recordar que, en lo que llevamos de año, este es el tercer “pogrom” organizado en Moscú por los “patriotas” de la cruz gamada. Los dos primeros tuvieron lugar en los barrios periféricos y su objetivo eran los pequeños comercios de los caucasianos. El periódico liberal moscovita Grani señala que los nazis se sienten cada día más fuertes en Rusia. “Hoy han atacado el parlamento, mañana irán a por el Kremlin”.

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