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Víctor Llano

No podrán esconder la verdad

Aunque tras casi medio siglo de tiranía ya es muy poco lo que puede sorprendernos, no alcanzamos a comprender cómo son tantos los medios de comunicación españoles que intentan tapar lo que sucede en la isla de los cien mil presos.

No pudo ser. Los perros del amo están siempre atentos a todo lo que pueda molestar a los que les ofrecen las sobras que les permite sobrevivir. No le pudimos preguntar a Guillermo Fariñas qué juicio le merece la política que Zapatero dispensa a los cuatreros que se han quedado con Cuba. Es lo que tienen los liberticidas. Siempre demuestran una gran eficacia a la hora de identificar a los que denuncian sus crímenes.

Algún día sabremos de la insólita anomalía técnica que impidió que una víctima del castrismo pudiera recibir de España algo que no fuera el desprecio de los socios de sus carceleros. En otra ocasión será. Y puede que no se demore. Es cierto que todavía son muchos los sicarios que cuidan de su granja, pero también lo es que no siempre podrán ganar los mismos. No durará por mucho más tiempo el embargo de la libertad, el único bloqueo que sufren los cubanos.

Mientras tanto, los carceleros insisten en vender humo a todos los que se presten a asfixiarse con él. Ahora nos cuentan que van a pensar si les conviene iniciar un proceso que les permita reflexionar sobre lo que califican de política migratoria. Así es la robolución. Siempre en proceso camino de una nueva infamia envuelta en la misma patraña. Simulando un cambio que nada cambia y en el que sólo dicen confiar los que desprecian el sufrimiento de sus víctimas.

Aunque tras casi medio siglo de tiranía ya es muy poco lo que puede sorprendernos, no alcanzamos a comprender cómo son tantos los medios de comunicación españoles que intentan tapar lo que sucede en la isla de los cien mil presos. Por favor, fíjense en los dos enlaces que podrán abrir a continuación. En los dos se informa sobre un premio que le han concedido a un escritor cubano. Uno es del diario El País. Otro es de terra.es. En el primero podrán ver a Ignacio Polanco –presidente de PRISA– entregando el último premio Alfaguara a Antonio Orlando. Lo que no podrán leer son las declaraciones del escritor que sí se publican en el segundo enlace.

Es lo que hay. No son pocos, son muchísimos los editores españoles que entre denunciar la barbarie y taparla, apuestan por taparla. Sin embargo, se equivocan creyendo que sirven a sus intereses al apostar por lo que muy pronto sólo pertenecerá al más siniestro de los pretéritos. A pesar de que el jueves no pudieron recibir el aliento de los lectores de Libertad Digital, el futuro de Cuba responderá al coraje de Guillermo Fariñas y de los que como él eligieron la libertad.

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