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Walter Williams

La histeria del calentamiento global

Durante más de la mitad de mi vida no empleé diversos objetos eléctricos de uso común como ordenadores, secadoras, aire acondicionado o microondas. Por supuesto, mi nivel de vida era muy inferior.

A pesar de las pruebas cada vez más numerosas de que el CO2 emitido por las acciones humanas no contribuye significativamente al cambio climático, aquellos, principalmente políticos, que quieren controlar nuestras vidas tienen que mantener lo contrario.

Según Detroit Free Press, el congresista John Dingell quiere poner un impuesto de 50 centavos al galón de gasolina. Hemos escuchado antes propuestas así, pero ésta incluye una medida nueva. Dingell también quiere eliminar las deducciones fiscales a las hipotecas en lo que llama McMansiones, que son casas de más de 280 metros cuadrados. La razón es que las casas grandes consumen más energía.

La verdad, resulta intrigante la magnanimidad de Dingell, que incrementa los impuestos sólo para casas de más de 280 metros cuadrados. La residencia norteamericana medía ronda los 210, mientras que la europea supera por poco los 90. De modo que, ¿por qué no pide Dingell que se eliminen las deducciones fiscales en casas de más de 90 metros cuadrados? El motivo es que habría demasiada resistencia política, porque hay más americanos que viven en casas de menos de 280 metros cuadrados que en "McMansiones". El programa completo consiste en empezar por ese tamaño e irlo reduciendo después. El que nos traguemos la histeria del calentamiento global les dará la excusa perfecta a los políticos para subirnos los impuestos.

Pero además de excusas para sacarnos más dinero, los congresistas están utilizando la histeria del cambio climático para desviar el que tienen a sus distritos electorales. David L. Hobson, republicano de Ohio, se aseguró 500.000 dólares para un proyecto de demostración de energía geotérmica. El Representante Adam B. Schiff, demócrata por California, consiguió otro medio millón para un proyecto de células de combustible de Superprotonic, una compañía de Pasadena fundada por científicos del Caltech. Miembros de ambos partidos están intentando obtener partidas similares para despilfarrar de forma parecida.

Hay muchas maneras de reducir las emisiones de CO2, y teniendo 71 años de edad conozco muchas de ellas. Al Gore podría considerarme incluso carbono-neutral y probablemente poseedor de bonos de carbono, porque mis ahorros de carbono se hicieron con adelanto. Por ejemplo, durante los 15 primeros años de mi vida no utilicé neveras que consumieran electricidad; en casa teníamos una fresquera. Durante dos décadas escuché la radio en lugar de ver la televisión, y caminaba o utilizaba el transporte público para ir a la mayor parte de sitios. Y durante más de la mitad de mi vida no empleé diversos objetos eléctricos de uso común como ordenadores, secadoras, aire acondicionado o microondas. Por supuesto, mi nivel de vida era muy inferior.

La idea central es que los esfuerzos serios por reducir el CO2 conducirán a estándares de vida inferiores elevando los precios de aquello que nos permite tener una buena calidad de vida. Y todo ello sin razón de ser porque hay poca o ninguna relación entre las emisiones humanas de CO2 y el cambio climático.

Hay un excelente folleto disponible del Centro Nacional de Análisis Político titulado Un primer acercamiento al calentamiento global. Algunas de sus conclusiones son:

  • A lo largo de períodos de tiempo largos, no hay correlación entre niveles de CO2 y temperatura.
  • Los seres humanos contribuyen aproximadamente a un 3,4% a los niveles anuales de CO2, en comparación con el 96,6% debido a la naturaleza.
  • Hace 550 millones de años (Período Cámbrico) hubo una explosión de formas de vida cuando los niveles de CO2 eran dieciocho veces superiores a los de hoy. Durante el Período Jurásico, cuando los dinosaurios vagaban por la Tierra, los niveles de CO2 eran de hasta nueve veces superiores a los actuales.

¿Qué hay de los profesores de los colegios públicos que asustan a los niños pequeños con relatos de encantadores osos polares muriendo a causa del calentamiento global? "Las cifras de osos polares se incrementaron dramáticamente desde unos 5000 en 1950 hasta alrededor de 25.000 hoy, una cifra superior a la de cualquier otro momento del siglo XX". El folleto proporciona fuentes detalladas de todas sus conclusiones, y nos da información que podemos utilizar para impedir que los políticos y sus radicales medioambientales nos hagan la cama a todos.

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