Menú
Zoé Valdés

Bautismo del 2016

¿Pero esta gente no puede dejar de hacer el ridículo? Lo que trajo el barco. Y lo que falta.

Hemos empezado el 2016 con mala pata, cuarenta y tantos ahorcados, decapitados y fusilados en Arabia Saudí, lo que ha provocado la ruptura de relaciones entre Irán y ese país. Violencia, más violencia. Violencia calentica.

Por otro lado, más víctimas entre los refugiados que atraviesan el mar hacia Europa, entre ellos varios niños. Las fotos, qué si no, lo demuestran.

Para colmo, Corea del Norte ha estrenado detonación de una bomba de hidrógeno. Saltamos de peligro en peligro.

Y de gafe en gafe. En el homenaje que Francia hizo a las víctimas de Charlie Hebdo y del supermercado Hyper Kacher se develaron tres tarjas conmemorativas. En una de ellas había una falta de ortografía en el apellido de Wolinski, uno de los caricaturistas más conocidos de Francia, lo pusieron con una y griega al final. Lo que encendió la polémica entre políticos. Bah.

Y qué más gafe que los trajes de los Reyes Magos madrileños. Un espanto. Tal parecía que los habían comprado en cualquier tienda china baratucha. Ah, eso sí, algo que hay que aplaudir es que el rey Baltasar haya sido un negro de verdad y no uno pintado, como hemos visto en otras cabalgatas. ¿No hay negros suficientes en España para que hagan de Baltasar? Al menos en Madrid subsanaron ese problemita, que más racista no podía ser.

Pero sigamos con los horrores, que ya desbordan la tiendecita. En Colonia un grupo de mujeres han denunciado ser víctimas de violaciones, tocamientos y robos en el día de Nochevieja. Ángela Merkel ha prometido ser firme contra eso, pero ya el mal está hecho. La mayoría de los atacantes eran africanos y árabes, según las víctimas. Lo que me recuerda la Plaza Tahrir en el Cairo, y las amenazas contra la activista egipcia Alia Elmahdy.

Un cubano muere en un hospital de Costa Rica. Era uno de esos seres humanos que huyen del paraíso castrista para instalarse en el sueño americano. Se llamaba Rubén Ramírez, y por lo que se escribe era un hombre joven, lo había vendido todo para ser libre.

Dos mujeres han sido asesinadas por sus maridos en lo que va de año.

Y para finalizar las lágrimas de Obama, el presidente showbiz. El asunto es que cuando él no está llorando su mujer está bailando reggaetón o echándose una coreografía a lo Beyoncé. ¿Pero esta gente no puede dejar de hacer el ridículo? Lo que trajo el barco. Y lo que falta.

En Internacional

    0
    comentarios