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Zoé Valdés

El libro de Trierweiler

Es increíble cómo todavía un libro puede cambiar la realidad política de un país.

Es increíble cómo todavía un libro puede cambiar la realidad política de un país.
Valérie Trierweiler

Cuando Carla Bruni era modelo y decidió meterse a cantante todo el mundo la aplaudió; cuando sacó su primer disco, la bad girl políticamente correcta, examante de varias estrellas del rock y por supuesto de izquierdas, hizo un verdadero tabac con las ventas, la crítica la elogió a matarse. En cuanto Carla Bruni se convirtió en Madame Carla Bruni-Sarkozy, primera dama de Francia, esposa y madre de una niña de Nicolas Sarkozy, expresidente de centro de derechas, lo que le cayó arriba, a la pobre, fue el Armagedón, inclusive hasta comentaron que, tan rica como era, podía ser quien estuviese manteniendo a su marido, entre otras lindezas. Carla Bruni-Sarkozy es una mujer inteligente, yo tuve el privilegio de entrevistarla, y siempre ha salido airosa de cada uno de los embates periodísticos que ha tenido que padecer tras ser primera dama de Francia.

Ahora, Valérie Trierweiler, periodista estrella de Paris-Match y crítica de literatura, mujer de izquierdas, mimada hasta ahora por la prensa, acaba de editar un libro donde despotrica contra su excompañero (compagne), Monsieur François Hollande, presidente de Francia. Mientras Trierweiler estuvo ajuntada con Hollande, pese a que cometió algunas pifias políticamente incorrectas, como el famoso tuit en contra de Ségolène Royal (primera ex del presidente y madre de sus cuatro hijos), era una mujer excepcional para los ojos de la prensa y de la sociedad francesa; tras la separación ya empezaron a mirarla con recelo y mala onda, pese a que fue ella la engañada y vilipendiada por el entorno político de su marido y despreciada y burlada por su propio marido. Resulta que en este momento hasta los libreros se mofan de la ex primera dama por el mero hecho de haber vendido 200.000 ejemplares de su libro en apenas unas horas, sólo porque ninguna cabeza biempensante de este país admite que ha leído lo que lee el pueblo (los sans-dents): las verdades acerca de Hollande salidas de la pluma de quien mejor lo conoce, su ex mujer.

Habría que ver si hubiera sido Carla Bruni la que hubiera publicado un libro sobre Nicolas Sarkozy en semejantes tonos qué hubiera dicho la prensa y la izquierdosidad de este país. Seguramente la habrían coronado reina.

El libro de Trierweiler es un libro bien escrito, con los lugares comunes del tema, que ya conocemos, pero sale airosa. Que ha dicho cosas que tal vez no debió decir es asunto suyo, y tiene todo el derecho de escribir lo que estime conveniente y publicarlo. Pero al parecer la censura está haciendo de las suyas. Ayer, en la librería del Bazar del Hotel de Ville, una de las tiendas por departamentos más grandes y frecuentadas de Francia, su libro no aparecía ni por los centros espirituales, y la gente quejándose, claro.

Es increíble cómo todavía un libro puede cambiar la realidad política de un país. Un libro en su esencia de libro, pleno de anécdotas, sentimientos y análisis humanos, sociales y políticos, vistos por una mujer que estuvo cerca del poder, que durmió con el poder.

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