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Zoé Valdés

Entre la enfermera y la mucama

Ni siquiera desplumándolo escarmentará, Dominique Strauss-Khan.

He estado durante una semana bastante apartada de las noticias y del mundo, aunque no todo cuanto hubiera deseado. Ya ni siquiera los retiros físicos y espirituales son lo que eran. En la actualidad, por muy alejado que uno se encuentre, por muy encerrado y desconectado, siempre habrá algún aparato inventado por la mano imbécil del hombre que nos traerá a la realidad más mediocre y angustiosa.

Voy a obviar la bobería cotidiana e insoportable de Cuba y a centrarme en dos sucesos que para mí merecen más que nada la pena de ser analizados. La pena en ambos sentidos: por lo lastimoso y por lo vergonzoso.

Iré primero al caso de la enfermera Jacintha Saldanha, que tuvo la mala pata de atender a la princesa y futura reina de Inglaterra, la esposa del príncipe William, Kate Middleton, en la clínica donde está tratándose el embarazo, y además de responder al teléfono cuando dos cretinos que se hacen llamar periodistas le gastaron una mala broma; dicen ellos que se trató de una broma, yo lo veo más bien como una pesadez y un abuso irrespetuoso a una persona que lo único que hizo en su vida fue prestar auxilio y ayuda a los demás.

Una broma hubiera sido si los dos tontos del culo hubieran llamado directamente a la Reina de Inglaterra, o a su consorte, o al príncipe William, o hasta a la misma Kate. Una broma es lo que le hicieron unos cubanos, hace algunos años, al tirano Castro. Una broma es cuando de manera bien estudiada la persona que decide hacerla pública y que se considera un profesional de la información o de la diversión toma como blanco de la burla a una figura que puede ser discutida públicamente y que puede responder en igualdad de condiciones. Pero, francamente, ¿dónde está el chiste de jugarle una mala pasada a una persona desconocida, trabajadora, con una familia, con dos hijos pequeños, y de hacerla rebotar contra los poderosos a los que creyeron afectar por carambola?

Con lo que no contaron estos dos impresentables es con que todavía quedara en este mundo gente de honor, gente cuya cultura, educación y tradiciones resultan más importantes que la cháchara baratucha de los medios, que pagan millonadas por provocar tragedias como ésta. Porque, como desgraciadamente hemos visto, el sentido del honor que tenía Jacintha Saldanha le costó mucho, se suicidó, dejando huérfanos, viudo y una familia sumida en el dolor. La enfermera prefirió quitarse la vida antes que enfrentar la burla y el desprecio.

He leído en alguna parte que el par de energúmenos "están destrozados". Ahora empezará el lloriqueo para evitar el juicio. Pues yo, si fuera el viudo de Jacintha, los llevaba hasta lo último, a ellos y a la emisora de radio. Porque podrán estar muy destrozados, pero no más que la familia, y que la difunta. ¡Hay que ser descarados!

Pasemos al segundo caso, el de Nafisatu Diallo. Ya se ha confirmado que Dominique Strauss-Kahn pagará una suma millonaria para que acabe el juicio por lo civil en que la mucama del Sofitel de Nueva York lo metió con acusaciones de violación. Me parece muy bien que la mucama haya vencido en este juicio. Porque el hecho de que DSK decida pagar para silenciar el caso prueba de alguna manera su culpabilidad. Al parecer, de otro modo, también están intentando solventar otros juicios que DSK tiene pendientes en Francia. Y tal como van las cosas en Francia, con el gobierno de Hollande y Ayrault, no les quepa a ustedes duda de que algo se trama para limpiar a DSK de todas sus culpas. ¿Un regreso a la política? Por el momento, el interesado ha dicho que no. Pero este hombre siempre dice que no y luego es que sí.

Un periodista francés ha dicho tan campante que con el acuerdo arriba citado, con esa "millonaria" decisión, "la mucama toma ventaja". Pero miren que estos periodistas pueden ser insensibles e idiotas. Ninguna suma millonaria pagará la vergüenza, el dolor, la cicatriz física y moral que queda tras una violación. Cuando leí semejante barrabasada me dije que lo mejor habría sido que Diallo rechazara la negociación, pero sólo muy pocos sabrán lo que hay detrás de todo ese asunto. Y de cualquier modo merece ser indemnizada. Aunque, sinceramente, no creo que ni siquiera desplumándolo escarmentará, y además no será precisamente él quien pagará la multa. Al parecer, una parte de la suma se la pedirá prestada a su exmujer, la periodista millonaria Anne Sinclair, de la que se ha separado recientemente. ¡Es que lo de descarado ya queda hasta corto!

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