Ahora nos vienen de nuevo con lo de "separatistas" prorrusos cuando debieran nombrarles por su nombre: terroristas. Terroristas porque tumbaron un avión de pasajeros, un avión lleno de personas inocentes que sólo soñaban con vacacionar algunos, otros con investigar el VIH, en fin. Terroristas porque terminaron con vidas útiles, a través de la violencia y el terror. Pero, tanto la prensa, como la ONU, como la mayoría de este mundo hipócrita los define como "separatistas". Para mí son terroristas, punto.
Me importa un comino si se equivocaron de avión al lanzar un misil, me importa un bledo, les digo, si se equivocaron de diana. Terroristas, y como tales deben de ser juzgados. Aunque ya saben que ahora no se juzga a los terroristas, ahora se les da cancha para que accedan a la democracia que tanto ellos han denostado, se presenten a elecciones, y las ganen; miren a Dilma Rousseff en Brasil.
Yo es que ya no puedo con el mundo, cada mañana al leer las noticias es como si llevara todo el peso del mundo encima de mis caderas (soy mujer, recuérdenlo, y he parido, les aseguro que llevar peso en las caderas duele más que llevarlo en los hombros, porque significa llevar todo el esfuerzo del nacimiento en el centro de gravedad).
A mí todo este coserío, o sea, esta nadería y menosprecio a lo que de verdad tiene importancia, me pone "malita de acostarme", que diría Martirio. Resulta que tras tantísimos muertos ahora los supuestos "separatistas" de marras piden un supuesto perdón, y son ellos los que devuelven los cadáveres y hasta la caja negra del avión, que no sé si habrán podido manipularla antes a su antojo y conveniencia. Pero al parecer nadie desconfía de los "separatistas" del coño e'madre -ahora cito a los venezolanos.
Oh, los venezolanos, ¿alguien se acuerda de ellos, del terrorista que los gobierna y que ellos mismos eligieron en democracia? Muy poca gente. A decir verdad algunos ni siquiera se enteraron de lo que pasaba y pasa en Venezuela, de los estudiantes muertos, torturados, violados por las tropas entrenadas por el castrismo, al menos el actor Sean Penn anda muy enamoriscado con J’adore Dior y ni esta boca es mía. Él, tan chavista que era y que hasta ahora no se ha arrepentido de serlo.
Pero sigamos con los "separatistas". Resulta que son tan buenos estos señores, tan gentiles, que de pronto van a permitir pasar en el aire a los aviones de pasajeros, y no les lanzarán ni un solo cohetico, por equivocación, claro. ¡Vaya, qué humanos se han vuelto de repente! Me pregunto, por cierto, qué habrá pasado con el otro avión de la Malaysian Airlines, desaparecido y olvidado hasta el momento, creo que sólo ha pasado un mes o poco más del horrendo acontecimiento. Pero ya muy pocos se acuerdan.
De tal modo el "independentista" Iñaki de Juana Chaos anda por las Venezuelas, haciendo las Américas en los malles caraqueños, tras haber asesinado a varias decenas de inocentes en nombre de la independencia vasca, que visto lo visto, muy poco le importa ahora; como no sea su propio lujo y confort.
Sigan creyendo que el picadillo de soja es carne. Lo que trajo el barco.