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Federico Jiménez Losantos

Maragall pacta con ETA y Zapatero lo acepta

Es posible que Maragall haya mentido con respecto al Pacto de Perpiñán entre ERC y ETA como mintió cuando dijo que Carod Rovira salía del Gobierno catalán pero le estaba guardando el sitio. Cualquier sospecha sobre la participación del presidente de la Generalidad de Cataluña en ese pacto por el que la ETA matará cuanto pueda en el resto de España pero dejará de hacerlo en Cataluña está justificada por los hechos.
 
Porque los hechos son tozudos. Y los hechos son éstos:
 
1. Carod refuerza su poder personal y político en ERC tras conocerse su pacto con los terroristas para que no maten en Cataluña, vieja estrategia defendida públicamente por él desde el atentado contra la casa-cuartel de Vic. No estamos, pues, ante una iniciativa personal sino ante una política asumida por todo el partido, más que nunca, de Carod.
 
2. Maragall acepta el pacto con ETA de ERC y lo asume como ingrediente irrenunciable del programa de Gobierno de Cataluña. Pactar con los terroristas no es un inconveniente para figurar en el Gobierno designado por él sino todo lo contrario: uno de los puntos esenciales del proyecto político de ERC asumido por comunistas y socialistas. Para el Gobierno de Cataluña, en su conjunto y en cada uno de sus partícipes, que ETA asesine en el resto de España pero no en Cataluña es un hecho positivo y de gran valor político.
 
3. Zapatero acepta la política de Maragall con respecto a ERC y ETA, la asume como propia del PSOE a escala nacional, desautoriza a quienes como Bono e Ibarra han dicho que la expulsión de ERC era un imperativo moral para el PSC y une su suerte política a la de Maragall, con la diferencia de que el uno se queda a cualquier precio en el poder y él sólo podrá alcanzarlo si le apoyan los socios y los socios de los socios de ETA. Para Zapatero, el enemigo no es la ETA, ni Carod ni Maragall. Su único enemigo es el PP.
 
Delendum est.
 

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