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El modelo Costa Rica

El Presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, volvió a insistir recientemente en los Cursos de Verano de El Escorial, en su doctrina de que para luchar contra el terrorismo no son necesarias capacidades militares, sino que lo esencial para afrontar esta amenaza es nuestra capacidad de dialogo y cooperación. Por otro lado, parece que en el pacifismo radical del Presidente las Fuerzas Armadas tampoco pueden utilizar la fuerza para imponer la paz, porque según Zapatero, la fuerza siempre tiende a agravar el conflicto y nunca a solucionarlo. Finalmente, tampoco parece que el presidente crea en el efecto disuasorio del poder militar en nuestra relación con Marruecos, embarcado como está en una luna de miel con el Rey Mohamed VI, cuya factura de boda pagará con toda probabilidad el sufrido pueblo saharaui. Por tanto, la misión de los ejércitos españoles queda reducido, en la visión del Presidente del Gobierno, a actuar como una ONG en funciones de asistencia humanitaria.
 
El problema que plantea al Ministro de Defensa esta doctrina presidencial es que modelo de Fuerzas Armadas va a desarrollar si sus misiones quedan limitadas a esas tareas humanitarias. Es más, para ser congruente con su doctrina lo mejor que podría hacer el Presidente del Gobierno es disolver los ejércitos, aprovechando que está en marcha una reforma constitucional, y constituir a cambio un Cuerpo de Defensa Civil, en lo que podemos denominar modelo “Costa Rica”. En nuestro caso, podría ser suficiente con potenciar la Guardia Civil, en la línea ya anunciada por el Gobierno de crear una unidad de mil efectivos para misiones de paz.
 
Por otro lado, los españoles podrían estar tranquilos si el escenario estratégico se oscurece porque gracias a la alianza que Zapatero está forjando con el eje franco-alemán siempre tendríamos la garantía de que Francia defenderá nuestro territorio, esperemos que con más entusiasmo de lo que lo hizo en el conflicto de Perejil. Y si las cosas se ponen muy mal también podríamos llamar al Tireless para que vuelva a Gibraltar. Es decir, que en virtud de la ciega fe europeísta de nuestro Presidente, España puede renunciar sin riesgos a capacidades militares esenciales sin poner en riesgo su defensa.
 
El Ministro Bono no lo va a tener por tanto fácil en su disputa con Hacienda para conseguir recursos para las Fuerzas Armadas. Con un programa como el que presentó el PSOE a las elecciones, lleno de promesas incumplibles, la voracidad de los ministerios “sociales” pueden dejar a nuestros ejércitos con la raspa de la sardina presupuestaria. Para empezar, la Ministra de la Vivienda ya le ha birlado a Bono las suculentas lentejas de los terrenos de Defensa.
 

Pero si el Ministro de Defensa no es capaz de elaborar una doctrina alternativa al pacifismo de su Presidente lo que no le van a quedar es tan siquiera argumentos para poder presentar la batalla. Una de las ventajas del modelo “Costa Rica” es que en términos económicos es muy barato y en términos electorales, por el momento, bastante rentable. El problema es que a largo plazo puede ser también suicida.

GEES, Grupo de Estudios Estratégicos

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