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Antonio José Chinchetru

Todos contra Internet y el mercado

Sabe bien que un discurso con dosis de anticapitalismo suele ser mejor aceptado en demasiados ámbitos que si se dice lo mismo sin ese matiz "progre".

La SGAE y quince de sus "hermanas" de otros países se han reunido en Santiago de Compostela. Sobre el papel, el objetivo del encuentro de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC) es el estudio de la situación de las obras dramáticas, literarias y audiovisuales en Europa y el resto del mundo. Sin embargo, al conocer algunas de las cosas que se han afirmado da la impresión de que en realidad se han juntado para ver quien puede igualar -o superar- a Luis Cobos diciendo una estupidez malintencionada.
 
La obsesión que tienen con Internet los "Teddy" Baustista de todo el mundo y sus aliados no tiene límite. El problema ahora ya no es el "top manta", donde sí existe una delincuencia organizada, es la Red. Y además existe un claro culpable. El director general de la CISAC, Eric Batiste, lo ha localizado: los proveedores de Internet, que "promueven" que los usuarios se descarguen música y películas. Batiste ha repetido la estupidez malintencionada de Luis Cobos. Junto a estos argumentos (que hacen temer una oleada mundial de peticiones de canon a las conexiones ADSL por parte de los asociados a la Confederación), il capo dei capi de las entidades de derechos de autor se suma al discurso antiglobalización.
 
Para empezar, a la hora de culpar a las operadoras lo hace refiriéndose a ellas como "grandes multinacionales de telecomunicaciones". Sabe bien que un discurso con dosis de anticapitalismo suele ser mejor aceptado en demasiados ámbitos que si se dice lo mismo sin ese matiz "progre". Pero el latazo "antiglobi" no se queda ahí. Batiste ha dicho que la globalización "reduce" el valor de las obras de arte a "mero producto de mercado". Para empezar, es del público de lo que viven los artistas, por lo que siempre ha sido y será el mercado el que define el precio de su obra (el valor es algo subjetivo), pero es más.
 
Precisamente la globalización es la que permite que en España se escuchen cantantes de todo el mundo, desde estadounidenses a africanos como Alpha Blondie. Esto último, además, sin que dejen de aparecer o sigan triunfando grupos y solistas españoles. Lo que demuestra que también es falsa la preocupación de la CISAC de que dicha globalización vaya a destruir la diversidad cultural y la creación propia de algunos países.
 
Los asistentes al encuentro han pedido a los gobiernos que la cultura no se rija por las "leyes salvajes del mercado". Prefieren el modelo ahora vigente (al menos en la mayor parte de Europa): subvenciones a mansalva para un cine que casi nadie ve y una gestión de los derechos de autor en régimen de monopolio en manos de las entidades reunidas en Santiago. Claro que nada mejor se puede esperar cuando otro de los asistentes al encuentro ha dicho que la SGAE es un ejemplo a seguir.

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