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Alberto Recarte

¿Incompetencia o sectarismo en el ministerio?

La liquidación definitiva correspondientes a Cataluña, para ese mismo ejercicio 2003, y por los mismos impuestos, aumenta un ¡¡40%!!. Y pongo el ejemplo de Cataluña, porque es una autonomía que creció menos que Madrid en ese ejercicio

El pasado martes, día 19 de julio, la consejería de Hacienda de la Comunidad de Madrid supo, a través de una comunicación impersonal, publicada en la web del ministerio de Hacienda, que las cantidades pendientes de cobrar por su derecho a participar en la recaudación por impuestos sobre la renta, IVA y especiales, correspondientes a 2003, sería de 594 millones de euros, en lugar de los 842 millones que el propio ministerio de Hacienda les había adelantado el mes de septiembre de 2004.
 
I) La financiación de las autonomías
 
La gravedad de la situación que intenta provocar el gobierno de Rodríguez Zapatero sólo se entiende si se desgranan los procedimientos de financiación de las autonomías, lo que espero ser capaz de explicar en los siguientes párrafos:
 
1º) El presupuesto de ingresos de cualquier comunidad autónoma se financia con su participación en IRPF, IVA e impuestos especiales, las tres partidas recaudadas y gestionadas por la Agencia Tributaria estatal y el propio ministerio de Hacienda, además de con ingresos propios -como el ITP, Sucesiones y Donaciones y Patrimonio. La parte más importante es la que corresponde a las transferencias de la hacienda pública nacional, que se reciben en dos fases: la primera, una liquidación provisional el mismo año de la recaudación, y la segunda, una liquidación definitiva que tiene lugar dos años después.
 
2º) Al elaborar el presupuesto para el ejercicio siguiente, las autonomías cuentan con los ingresos propios, con lo que suponen ingresarán provisionalmente, en ese ejercicio, por la participación en IRPF, IVA e impuestos especiales y por otros ingresos de carácter extraordinario. Además, como cuarta fuente, cuentan con la liquidación definitiva a que se ha hecho referencia. En concreto, en septiembre de 2004, el ministerio de Hacienda comunicó, a todas las autonomías, la liquidación definitiva de 2003, para que contaran con esos ingresos para elaborar los presupuestos de 2005.
 
3º) En esta ocasión, el ministerio de Hacienda comunicó a la autonomía de Madrid, el 30 de septiembre de 2004 que, en su caso, podía contar con 842 millones de euros adicionales para 2005.
 
4º) Pero no fue la única comunicación. Dos meses antes, en julio de 2004, envió una primera evaluación sobre lo pendiente de pagar, que era de 867 millones.
 
La cifra, pues, se había analizado y ajustado. No se trataba, por tanto, de un error en una primera evaluación; se trata de una segunda, hecha ya desde la absoluta oposición política, cuando el gobierno de Rodríguez Zapatero ya tenía claro que uno de sus objetivos prioritarios era desestabilizar al gobierno autonómico madrileño.
 
II) Las modificaciones cuantitativas en Madrid y Cataluña
 
La siguiente cuestión es valorar las cifras que el ministro de Hacienda ha comunicado a la Comunidad de Madrid; y, al hacerlo, nos encontramos con las siguientes sorpresas:
 
1º) Nunca había habido antes, ni en el caso de la Comunidad de Madrid, ni en el de ninguna otra, una desviación semejante. De 842 millones a 594 millones; 248 millones menos, más del 2% del presupuesto total de ingresos de la Comunidad de Madrid.
 
2º) No se da ninguna explicación a la Comunidad de Madrid. Al parecer, incluso fue difícil la comunicación telefónica. Sólo se pone en evidencia que ese descenso se debe a la menor recaudación aparente por IRPF en Madrid en 2003.
 
3º) En conjunto, la liquidación definitiva de lo que se paga a Madrid aumenta un ¡¡2%!!; en un año en el que la economía de Madrid crece espectacularmente.
 
4º) La liquidación definitiva correspondientes a Cataluña, para ese mismo ejercicio 2003, y por los mismos impuestos, aumenta un ¡¡40%!!. Y pongo el ejemplo de Cataluña, porque es una autonomía que creció menos que Madrid en ese ejercicio, pero que tiene una estructura económica y un nivel de renta similar al de Madrid.
 
III) ¿Incompetencia o mala fe?
 
La siguiente tanda de interrogantes es conocer si se trata de pura incompetencia del ministerio de Hacienda o de mala fe política y económica y qué se puede pretender con este posible fraude.
 
1º) Es posible que sea pura incompetencia. Es posible que Hacienda se equivocara en el cálculo en julio de 2004, nuevamente en septiembre de 2004 y que haya acertado ahora.
 
Pero también es posible lo contrario, que la incompetencia –si ese fuera el caso– hubiera ocurrido ahora y no en julio y septiembre de 2004. La solución sería sencilla: Hacienda tendría que rectificar.
 
2º) Lo que parece elemental es que se den explicaciones de los tres momentos en que los mismos servicios de hacienda calculan la liquidación definitiva. Y por qué el gran cambio es en Madrid y no en Cataluña, por poner el ejemplo más próximo desde un punto de vista socioeconómico.
 
3º) Si Hacienda no informa de nada a la Comunidad de Madrid la sospecha debería convertirse en una presunción de mala fe. Pero, mala fe ¿para qué y por qué?
 
4º) El primer objetivo del gobierno de Rodríguez Zapatero puede ser que la autonomía de Madrid cierre sus presupuestos de 2005 con déficit. Con el objetivo ulterior de intervenir y eliminar la capacidad normativa y de decisión del gobierno de Madrid y de su propia Asamblea, tal y como prevén nuestras leyes cuando las autonomías sobrepasan el nivel de gasto y endeudamiento autorizado. El gobierno de Rodríguez Zapatero tendría el derecho a fijar objetivos de gasto para eliminar el déficit: por ejemplo, prohibición para eliminar el impuesto sobre donaciones, prohibición para seguir bajando el impuesto sobre sucesiones, y prohibición para retocar el impuesto sobre el patrimonio.
 
Y desde el punto de vista del gasto público podría decir: no se pueden hacer infraestructuras nuevas, –que, por cierto, tampoco va a hacer el gobierno de la nación–, hay que congelar los salarios, hay que gastar menos en Sanidad, –para que aumente la duración de las listas de espera y crear así un problema político adicional– y en educación, para que se deteriore la calidad de la enseñanza.
 
5º) Y un mensaje claro: si Simancas gobernara nada de esto pasaría; se calcularían mejor las liquidaciones, habría más infraestructuras. Una falsa promesa, porque el tripartito catalán, que es quien controla el gasto público estatal, no consentiría en aumentar el gasto en Madrid, gobernara quien gobernase.
 
6º) Hay otro mensaje subliminal: el gobierno de Esperanza Aguirre baja los impuestos a los ricos pero provoca déficits presupuestarios. Falsedad tras falsedad, pues la eliminación o descenso de los impuestos sobre el patrimonio y sucesiones, a las personas más ricas –como Polanco– no les afecta, porque no los pagan, legalmente, desde hace al menos 12 años. Y Esperanza Aguirre lo que intenta es que ese régimen excepcional se aplique a todos.
 
Conclusión
 
O incompetencia o corrupción política. Las explicaciones son imprescindibles para que los madrileños sepamos si somos gobernados por incompetentes o por sectarios. 

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