Menú
Ricardo Medina Macías

La ruina de la telefonía tradicional

La ruptura del negocio tradicional de la telefonía está clarísima: no más cobro de tarifas por tiempo y por distancia entre los interlocutores. Eso es historia o está próximo a serlo

La internet es un espléndido ejemplo de la destrucción creativa de la que hablaba el economista austriaco Joseph Schumpeter hace un siglo. Las empresas telefónicas tradicionales, que cobran en función del tiempo de la llamada y de la distancia entre los interlocutores, ya saben el nombre de su peor villano: VOIP, Voice Over Internet Protocol.
 
"La adquisición que ha hecho eBay de la compañía Skype es un valioso recordatorio para la industria mundial de las telecomunicaciones, con valor de trillones de dólares, de que eventualmente todas las llamadas telefónicas serán gratis", informó recientemente la revista británica The Economist, anunciando en la portada “cómo internet mató el negocio telefónico”.
 
Se trata de una reciente noticia impactante, la adquisición de Skype por eBay, por 2.600 millones de dólares en efectivo más acciones y probablemente algo más de lograrse ciertos acuerdos. Y, como es usual, el prestigiado semanario británico ofrece con particular agudeza el significado de esa noticia.
 
¿Cuál es el gran atractivo de Skype? Que es el medio por el cual millones de personas en el mundo nos comunicamos "telefónicamente" de computadora a computadora, prácticamente sin coste, y de teléfono convencional a computadora o viceversa por un costo irrisorio de dos centavos de dólar el minuto. Se trata de un servicio al que se suscriben unas 150 mil nuevas personas cada día, alrededor del mundo.
 
La ruptura del negocio tradicional de la telefonía está clarísima: no más cobro de tarifas por tiempo y por distancia entre los interlocutores. Eso es historia o está próximo a serlo.
 
Y Skype es sólo un software (en este caso gratuito) de los varios que ofrecen alternativas prodigiosamente baratas o gratuitas a la telefonía convencional. Otras son Teleo, Dialpad y Vonage.
 
Genéricamente, todas estas formas de telefonía alternativa por internet se conocen como VOIP, voz sobre protocolo de internet, por sus siglas en inglés.
 
Pero la revolución puede ir aún más lejos y empezar a preocupar en serio no sólo a las telefónicas que funcionan bajo plataformas tradicionales (el semanario británico ofrece varios ejemplos), sino más tarde a las cadenas de televisión abierta. Otras tecnologías, también en la plataforma de internet, podrán ofrecernos en breve televisión competitiva sin restricciones.
 
Tres reflexiones al vuelo:
- Los grandes saltos de la productividad se reconocen por sus consecuencias en beneficios brutales para los consumidores.
- Una revolución tecnológica sí genera grandes perdedores en el corto plazo –digamos, las telefónicas tradicionales– que se resisten, por la buenas y muchas veces por la malas, a las consecuencias del cambio. El cambio, tras el sobresalto inicial, se normaliza al generalizarse como ya había anticipado Schumpeter.
- Cuán ridículas serán en pocos años todas esas restricciones y prevenciones que han erigido distintos gobiernos en el mundo, creando, de paso, fabulosos negocios para unos cuantos beneficiarios, otorgando "concesiones" sobre lo que siempre debió ser soberanamente libre: las comunicaciones.

En Tecnociencia

    0
    comentarios