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GEES

El comunicado de ETA

ETA se encuentra no solo cada vez más fuerte ante la debilidad mostrada por el Gobierno, sino que muestra una ambición y una osadía también cada vez mayor

Una vez ganada la batalla interna, ETA se propone ganarla en el exterior. Tras los atentados de Al Qaeda en Estados Unidos, España o el Reino Unido, entre otros muchos países, pocas cosas eran más repudiadas y combatidas por la comunidad internacional que el terrorismo. Aquellos países que en el pasado veían al terrorismo como un problema que no iba con ellos e incluso que contemplaban determinados grupos terroristas como independentistas románticos que inspiraban cierta simpatía, se toparon de bruces con el terrorismo yihadista como una amenaza global que afecta de forma especial a nuestras democracias.
 
En esa difícil coyuntura, el mayor éxito de ETA es haber pasado de ser un grupo terrorista reconocido como tal por Estados Unidos, por la Unión Europea y por la gran mayoría de la comunidad mundial, gracias en buena medida a la determinación y buen hacer de los sucesivos gobiernos de Aznar, a conseguir que el actual debate gire en torno a un supuesto proceso de paz, la necesidad de un final negociado de la violencia o la oportunidad de un dialogo con los terroristas.
 
Los terroristas han buscado siempre la participación de la comunidad internacional, muy específicamente de la Unión Europea, en el proceso de dialogo y negociación con el Estado español. Esa dimensión internacional colocaría a ETA como un actor en pie de igualdad con el propio Estado y constituye de hecho una antecedente para la plenitud de la posterior soberanía vasca.
 
El segundo mensaje de la banda terrorista en el comunicado del pasado jueves es la asunción de la pretendida liberación de Cataluña como un objetivo de la banda terrorista. Hace ya algunas semanas que el GEES anticipó en estas mismas páginas la concatenación del proceso de paz en el País Vasco y el proceso de independencia de Cataluña. Hoy esa relación queda puesta de manifiesto por la propia banda terrorista.
 
El Gobierno de Rodríguez Zapatero debería corregir cuanto antes el rumbo que ha adoptado en su política antiterrorista. ETA se encuentra no solo cada vez más fuerte ante la debilidad mostrada por el Gobierno, sino que muestra una ambición y una osadía también cada vez mayor. Sería el momento para volver al pacto por las Libertades y contra el Terrorismo y de suscribir una declaración en el Parlamento que simplemente dijera ¡Basta Ya!

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