Menú
Ignacio Villa

El verdadero talante está en Guadalajara

Las familias de las once víctimas de Guadalajara han tenido que irse a Bruselas para que una institución oficial escuche su clamor y sus peticiones.

El incendio que, el verano pasado, asoló parte de la provincia de Guadalajara con un triste balance de once agentes forestales muertos se ha convertido ya en uno de los capítulos más negros de la legislatura Zapatero. Aquel incendio, ocho meses después, sigue persiguiendo al ejecutivo central y al gobierno autonómico. Hablar del incendio de Guadalajara es mentar la bicha tanto en el Palacio de la Moncloa como en el Palacio de Fuensalida. En Madrid y en Toledo las cosas se hicieron rematadamente mal; y como no han querido nunca reconocer los errores iniciales, el desastre se ha convertido en una auténtica maldición.

Zapatero no podrá escuchar nunca más "La flauta mágica" de Mozart sin recordar que, mientras escuchaba placidamente esta ópera en el Teatro Real de Madrid, morían once personas en Guadalajara. Ciertamente el presidente del Gobierno no tiene la culpa de estar en la ópera mientras ardía la Alcarria. El problema del Jefe del Gobierno fue su incapacidad para la reacción, el retrasar una visita a la zona hasta la vuelta de un viaje oficial a China, acercarse a escondidas un domingo por la mañana para ver lo ocurrido sobre el terreno, recibir a las familias de las víctimas tarde y mal e impedir por todos los medios que esta negligencia en la gestión fuera reconocida por parte de su gobierno.

Tampoco Barreda podrá desde ahora disfrutar de unas chuletitas de cordero en una barbacoa de verano. Y es que es imposible de explicar y de justificar que el presidente de Castilla-La Mancha prefiriera –el verano pasado– disfrutar de una merienda campestre antes de acercarse a Guadalajara para vivir de primera mano uno de los peores desastres ecológicos y humanos de los últimos años. Barreda se equivocó desde el principio y ha insistido en el error. Hay que recordar que en el discurso institucional de Navidad no tuvo ninguna palabra para las victimas y las familias. El prefirió quedarse con el Quijote. Y así le va. Un presidente autonómico con esta capacidad de olvidar lo que importa a los ciudadanos, no puede impulsar correctamente la comisión de investigación que se puso en marcha en el parlamento autonómico.

La persistencia en el error se ha completado al no acudir el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla-La Mancha a la sesión del Parlamento Europeo por "estar de baja". Un nuevo concepto acuñado desde Toledo para parar la reprimenda pública que han recibido en Europa. El consejero, en un gesto más de desprecio hacia las víctimas, ha enviado a un director general y se ha quitado del medio.

Por lo menos, ante este panorama desolador en España, las familias de las víctimas han podido hablar y ser escuchadas en Bruselas este lunes. Su comparecencia en el Parlamento Europeo ha sido recibida con gran expectación puesto que es muy llamativo cómo el gobierno español y el autonómico se han desentendido de las victimas por pura estética política. Y de lo que no hay duda es que de nuevo Zapatero y su gobierno han vuelto a quedar en evidencia en una Europa asombrada por su inacción.

Las familias de las once víctimas de Guadalajara han tenido que irse a Bruselas para que una institución oficial escuche su clamor y sus peticiones. En España, Zapatero y sus amigos les han cerrado las puertas de la comprensión, de las ayudas y de los ánimos. Un gobierno que no escucha ni entiende a los ciudadanos es un gobierno que está para el arrastre.

En Sociedad

    0
    comentarios