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Jorge Valín

Culpable de vender demasiado

A los burócratas les molesta que las empresas ganen dinero sirviendo al consumidor, y más si son americanas. También, necesitan dinero para inflar sus sueldos y llevar a cabo sus absurdas políticas populistas y antimercado

La extorsión de la Comisión Europea (CE) contra Microsoft sigue. Ahora le ha caído a la empresa una multa de 280,5 millones de euros y una posible sanción diaria de hasta 3 millones de euros. A esta multa se añaden los 497 millones de euros que impuso la CE a Microsoft en 2004 por abuso de posición dominante. En total de 777 millones de euros.

¿Y por qué le ha caído la última multa? Presuntamente por no regalar a su competencia la información necesaria para que sus programas sean compatibles con el sistema operativo de Windows. Y digo presuntamente porque Microsoft lo desmiente hasta el punto de recurrir la multa ante los tribunales. También, la Association for Competitive Technology ha denunciado que la “multa no tiene sentido ya que Microsoft ha entregado toda la documentación posible y ha facilitado a los competidores el acceso al código fuente de Windows así como soporte técnico ilimitado". Además, ha apuntado que si los equipos de Red Hat e IBM no lo han aplicado, es porque no han querido. Y por si fuera poco, la empresa tiene 300 personas dedicadas a tiempo completo para proveer de toda la información necesaria a su competencia. Está claro, la CE necesita dinero.

Dejando aparte la absurdidad y abuso que suponen las leyes antimonopolio, esto nos ha de suscitar varias cuestiones:

1. Uno de los principales motores del progreso empresarial es la innovación. ¿Qué tipo de innovación puede tener una empresa cuando son los burócratas quienes deciden cómo ha de ser un producto que no les pertenece? La mayoría de políticos no tienen, como muestran sus medidas, idea alguna del más elemental funcionamiento de la economía de mercado, y muchos jamás han trabajado en empresas privadas.

2. Que Microsoft no incluya en su Windows el reproductor Media Player o un visualizador de documentos PDF, ¿en qué le beneficia a usted como consumidor?

3. ¿Quién cree que va a pagar esos 777 millones de euros, más todos los costes adicionales que le está causando la CE a la empresa? Primero Microsoft, después usted al comprar un nuevo ordenador o un Windows.

4. ¿Realmente cree que este acoso a Microsoft va a incidir en lo más mínimo a que la competencia lo supere? Lo único que puede acabar con Microsoft es que sus adversarios hagan un producto más atractivo para el consumidor tecnológico, algo que hasta el momento han sido incapaces de hacer. Que casi el 95% de los ordenadores del mundo lleven como sistema operativo Windows no se debe a una casualidad, a un complot del Capitalismo, de los masones o a un truco de magia de David Copperfield. Guste o no, los usuarios quieren Microsoft, y así lo expresan comprando sus productos y no otros.

5. ¿En qué beneficia a una empresa tener 300 personas todo el día atendiendo las quejas y exigencias de rivales y burócratas? Si la empresa trabaja para la burocracia no puede trabajar para el consumidor por más Microsoft que sea. Si toda la competencia depende —según la CE— de Microsoft en lugar de su propio esfuerzo e ingenio, ¿no dejará esto al sector más desfasado que si la CE no hubiese intervenido?

En el mundo de los medios políticos la realidad no importa lo más mínimo. A los burócratas les molesta que las empresas ganen dinero sirviendo al consumidor, y más si son americanas. También, necesitan dinero para inflar sus sueldos y llevar a cabo sus absurdas políticas populistas y antimercado. La cruzada de la CE contra Microsoft no sólo nos muestra hasta dónde puede llegar la envidia y odio de los políticos por la iniciativa privada, sino que también es la evidencia de que quieren dirigir nuestros gustos tecnológicos y por extensión, nuestras vidas.

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