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Walter Williams

¿Se defenderá Occidente?

Cualquiera que piense que los actuales esfuerzos occidentales de apaciguamiento harán que Irán ponga fin a su programa de armas nucleares y a su deseo de eliminar a Israel es completamente idiota.

¿Tiene Estados Unidos el poder de eliminar a los terroristas y a los estados que les apoyan? En términos de capacidad, que no de voluntad, la respuesta es un claro sí.

Piense en ello. Actualmente, Estados Unidos dispone de un arsenal de 18 submarinos de clase Ohio. Un sólo submarino está equipado con 24 misiles nucleares Trident. Cada misil Trident tiene ocho cabezas nucleares capaces de ser lanzadas independientemente. Eso significa que Estados Unidos tiene por sí solo la capacidad de barrer Irán, Siria o cualquier otro estado que apoye a grupos terroristas o que esté involucrado en terrorismo sin arriesgar la vida de un solo soldado.

Los patrocinadores de los terroristas saben que tenemos esta capacidad, pero a causa de la opinión pública mundial, que a menudo parece estar de su parte, junto con nuestra débil voluntad, nunca la utilizaremos. Los norteamericanos de hoy son enormemente distintos a aquellos de mi generación que libraron a vida o muerte la Segunda Guerra Mundial. Cualquier tentativa de aniquilar a nuestros enemigos de Oriente Medio crearía toda suerte de quejas acerca de las vidas inocentes perdidas, el denominado daño colateral.

Tal argumento habría caído en oídos sordos durante la Segunda Guerra Mundial, cuando bombardeamos ciudades en Alemania y Japón. La pérdida de vidas a través del bombardeo por saturación superó con creces las vidas perdidas en el lanzamiento de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.

Tras la batalla de Midway y la larga cadena de derrotas japonesas en el Pacífico, incluyendo Guam, Okinawa y las Filipinas, de haber estado los norteamericanos de hoy se habrían mostrado dispuestos a negociar la paz con Japón, señalando la pérdida adicional de vidas si continuábamos la guerra. Más que probablemente habría hecho el mismo argumento en 1945, cuando la derrota alemana era inminente. Por supuesto, de haber firmado un acuerdo de paz con Japón y Alemania, todo lo que se habría logrado es darles tiempo para recuperar sus pérdidas y reanudar su agresión en un momento posterior, equipados probablemente con armamento nuclear.

También debemos observar que la ocupación de Alemania o Japón no supuso los problemas que afrontamos en Irak. El motivo es que desmoralizamos por completo a nuestros enemigos, dejándoles sin la voluntad ni los medios de resistir.

Nuestros adversarios en Oriente Medio cuentan con ventajas que las potencias del eje no tenían: la opinión pública y la prensa occidental. Hemos visto amplia condena a presuntas atrocidades y maltratos a presos por parte de Estados Unidos pero, ¿cuánta condena mediática se ha visto contra las decapitaciones y otras grotescas atrocidades de los islamistas?

Los terroristas tienen que estar complacidos por las declaraciones de algunos miembros del Congreso, como las del representante demócrata por Michigan John Dingell, que decía recientemente: "No me posicionaré a favor o en contra de Hezbolá". Hezbolá, respaldado por Irán, es responsable del atentado de los barracones de Beirut en 1983 que mató a 241 estadounidenses de servicio.

No estoy sugiriendo que corramos a utilizar nuestra capacidad nuclear para aplastar a los estados que apoyan el terrorismo. Estoy seguro de que existen otras opciones militares menos drásticas. Lo que estoy sugiriendo es que no conozco de ningún ejemplo en el que un apaciguamiento como el actual modus operandi occidental haya dado frutos.

Lo que digan los europeos acerca de lo que debería hacerse con los estados terroristas debería caer en saco roto. Su historial de debilidad y cobardía durante los años 30 explica en gran medida las 60 millones de vidas perdidas durante la Segunda Guerra Mundial. Durante mediados de los años 30, cuando Hitler empezaba a violar las limitaciones armamentísticas del Tratado de Versalles, Francia y Gran Bretaña podrían haberlo derrotado por sí solas holgadamente, pero siguieron la ruta del apaciguamiento.

Cualquiera que piense que los actuales esfuerzos occidentales de apaciguamiento harán que Irán ponga fin a su programa de armas nucleares y a su deseo de eliminar a Israel es completamente idiota. El apaciguamiento reforzará el juego que se trae Irán entre manos. Parece como si Occidente, Estados Unidos incluido, estuviera dispuesto a ser cómplice de ese reforzamiento.

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