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Alberto Recarte

El inversor en 2007

Lo más positivo para el inversor es el incremento de actividad de la economía mundial, que parece dispuesta a volver a crecer entre el 4% y el 5%.

Hace un año, en un artículo publicado el 6 de enero de 2006, aconsejaba a los inversores españoles que no invirtieran en viviendas y que apostaran por la Bolsa. Concretamente que apostaran, en función de su capacidad económica y de su tolerancia al riesgo, por el IBEX-35. Yo mismo no salgo de mi asombro ante la subida de ese índice en 2006, aunque el acierto se ha producido, en gran parte, precisamente por la subida de los sectores inmobiliario, de la construcción y eléctrico, que eran los que más dudas me generaban al comienzo de 2006. Mal en microeconomía, por tanto, y sorprendentemente bien en el índice general. Me atreví, también, a dar muchas otras opiniones, unas más y otras mucho menos certeras, que podrá revisar el que quiera en el artículo al que he hecho referencia.

El año actual se presenta, de entrada, mucho más complicado. Los tipos de interés son más altos, cerca del 4% para el euro, y la fiscalidad de los inversores en el mercado de dinero ha mejorado, porque aunque ahora se paga el 18%, antes se aplicaba el tipo marginal para inversiones a menos de un año, las que son más convenientes para el inversor que se mueve en el mercado de dinero. Este año, un modesto 4% es una alternativa a considerar.

La Bolsa española está muy cara. Los PER se sitúan en torno a 16 para la mayoría de los valores. La inversión en la Bolsa española podría ser un acierto si los beneficios de las empresas que cotizan siguen aumentando a su ritmo de crecimiento. ¿Es posible? En esta ocasión creo que, en general, no lo es. Hay muchas más empresas endeudadas, como consecuencia de opas, fusiones y de una política de fuertes inversiones, dentro y fuera de España. La economía española, por otra parte, en mi opinión, seguirá creciendo en 2007, pero creo que será difícil que alcance el 3%, frente al 3,8% de 2006 y la tendencia a lo largo del año será de menor crecimiento. Y ello porque el consumo crecerá menos, la inversión en vivienda también y el déficit exterior, que se ha comportado bastante bien en 2006, volverá a empeorar. Aunque invertir algo en la Bolsa española, sobre todo en la primera parte del año, parece razonable.

Pero más lógico parece buscar otras Bolsas: En Europa quizá la alemana y, en el resto del mundo, sobre todo Asia. Aunque se trata de mercados muy difíciles, intervenidos, politizados y dependientes de lo que ocurra en China y, cada vez más, en la India, por lo que contar con la ayuda de profesionales expertos es imperativo.

Sigo creyendo, en relación con otra posible diversificación, que ahora, en particular, tras el descenso de los precios del petróleo y el gas, la inversión en estas materias primas es una buena apuesta a largo plazo, porque el actual descenso de esos precios tiene que ver con un invierno muy suave en todo el mundo, pero que la demanda va a seguir creciendo a un fuerte ritmo en los próximos años, y los precios, por tanto, deberían volver a subir.

En cuanto a los tipos de cambio del euro, el dólar, el yen y el yuan es muy complicado hacer predicciones; todo es posible. Son los últimos precios de la economía mundial, imposibles, por tanto, de prever, pero sería lógico que asistiéramos a una cierta revaluación del yuan, el yen y el euro frente al dólar en el conjunto del año.

Lo más positivo para el inversor es el incremento de actividad de la economía mundial, que parece dispuesta a volver a crecer entre el 4% y el 5%, especialmente porque no parece que los tipos de interés del euro vayan a crecer mucho más del 0,25% o el 0,50% a lo largo del año y porque es posible que los del dólar desciendan. Una economía mundial creciendo a esas tasas espectaculares puede suavizar las tendencias depresivas en la vieja Europa, ayudar a hacer más rápidamente el ajuste en Estados Unidos y a hacer la vida más fácil a los inversores en todo el mundo. En resumen, 2007 es un año para diversificar la inversión entre el mercado de dinero y la Bolsa y las materias primas tanto en España como, sobre todo este año, en el resto del mundo que crece.

En Libre Mercado

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