Zapatero ha vuelto a ganar. ¿Razón? Sabe exactamente cuál es su juego. Detesto su política. Es odiosa y está acabando de modo implacable con la nación española. Ha instalando, casi definitivamente, la "idea" de que la dignidad de los españoles es poco más que una andorga llena. Sus intelectuales y artistas lo pregonan por todas partes: no pasa nada. Todos vivimos tranquilamente. Zapatero no dejará nada digno de mención. Está reventando por dentro el país, pero los cínicos apelan a la libertad de mercado. Da risa. ¿Qué empresario español cree en serio en la libertad de mercado? Palabrería de cartón piedra para engañar sus conciencias. El empresario español sólo quiere estar a la sombra del poder. Nadie apostó por una Endesa nacional y, por lo tanto, ha terminado destrozada. Sus despojos, como en las peores épocas de España, se los reparten por Europa.
Y, por favor, que nadie persita en culpar al señorito de Entrecanales. Este tipo es la máxima representación de los empresarios españoles. Es uno más de los cientos de empresarios que quieren estar a la sombra del poder. La libertad de mercado les importa una higa. ¿Qué empresario ha aportado un solo euro por la defensa de la unidad de España? ¿Qué empresario ha apostado por una Endesa nacional? ¿Hay empresarios genuinamente liberales en España? Pocos, muy pocos, y siempre con un ojo mirando al poderoso político. Mi sencillo planteamiento les moverá a hilaridad nada más leerlo. Zapatero sabe mucho de esas pillerías. Su razonamiento es de pillo: "No querían una Endesa catalana, pues tomad una endesilla italiana y otra alemana." A Zapatero todo eso de España le da igual. Sí, sí, salvo defender la nación española, Zapatero acepta cualquier vía. Es su política. Nos repatea, pero hay que reconocerle al pillo político que tiene cuajo y no es torpe para llevarla a cabo. Va dejando muertos por todas partes.
Zapatero se ríe a mandíbula batiente de los empresarios, incluso está protegiendo a algunos de ellos, porque saben que los otros jamás se rebelarán. No me hagan hablar de empresas concretas... La condición del "empresario español" es ser esclavo del poder político. ¿Cuándo han dado los empresarios, repito, señales de defender España? Nunca. Los empresarios son poca cosa para Zapatero. También en este contexto reconozco que Zapatero es el único "agente" político con determinación para saber que los empresarios no son nada ante su política de exterminio de la nación española. Por lo tanto, el sectarismo y la arbitrariedad del Gobierno han vuelto a vencer. Socialistas y nacionalistas tenían que hacer una exhibición de fuerza contra cualquier posibilidad de acuerdo racional. De política democrática. Una vez más, y no será la última, la libertad ha sido machacada por el Gobierno de Zapatero y sus socios nacionalistas. La libertad económica ha sido confiscada y la transparencia del mercado manchada por el intervencionismo del Gobierno y, por supuesto, porque los empresarios españoles no tienen cuajo para defenderla. En fin, la OPA de E.On sobre Endesa ha fracasado. Era el principal objetivo del Gobierno.
El precio de esa "victoria" es alto. Tendremos que pagarlo todos los españoles. Cualquiera de nosotros puede enumerar los costes de este nuevo triunfo de Zapatero. He aquí diez de los cientos que ya conocemos, y otros que irán apareciendo muy pronto:
- Los españoles pagaremos más, muchísimo más caro, el recibo de la luz y del gas.
- Los accionistas de Endesa han sido ninguneados.
- Una gran empresa de España ha sido destrozada.
- Las leyes del mercado han sido dinamitadas con el consentimiento de la mayoría de los grandes empresarios.
- El Gobierno de España ha puesto en cuestión las relaciones normales con Europa.
- El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el organismo regulador del mercado, ha dimitido avergonzado por las presiones infames e intervencionistas del Gobierno.
- Un ministro de Economía ha sido puesto en cuestión por pasota y consentidor y, sobre todo, es objeto de risión en el mundo entero, cuando ha dicho que el asunto de Endesa no tiene importancia, o sea, es simplemente una reubicación de activos financieros.
- Todos los españoles pagaremos el destrozo de una gran empresa. ¡Bochornoso!
- Un buen ejecutivo, Pizarro, ha sido vilipendiado.
- La oposición, el PP, no fue capaz de parar la salvajada del Gobierno; la razón fue vencida con las embestidas de la fuerza y los "cañones".
¿Por qué necesitaba ganar Zapatero esta batalla? Para demostrar a sus "adversarios" políticos que no los respeta. La advertencia es autoritaria: Quien no se somete a Zapatero, desaparece. Pero, por encima de todo, era menester acabar con quienes se habían opuesto a la OPA de Gas Natural sobre Endesa, que había sido concebida como la mitad del Estatuto de Cataluña, según palabras de Pérez Rubalcaba. Zapatero ha destrozado Endesa para demostrar que no tiene oposición. Él es el que manda. Estamos ante uno de los políticos más autista y peligroso que ha dado España en los últimos lustros.
Zapatero con su actuación en el caso de E.On y Endesa ha roto todas las lógicas de las democracias avanzadas. Al principio sólo quería destruir a Pizarro, el honrado ejecutivo que buscó un inversor para que se la pagase a los accionistas lo que valían sus acciones, y ha terminado destruyendo todas las lógicas que rigen las democracias occidentales. Este es el mismo tipo que, en el discurso de los días de fiesta, nos habla de la "calidad" de la democracia. ¡Qué cara más dura!
