Menú
Agapito Maestre

Aznar y el proyecto socialista

La prensa convencional de la derecha, lo digo con horror, se asusta de las verdades de Aznar. Pobres. No quieren saber que lo peor aún está por llegar.

Falso es el debate que plantea que las declaraciones de Aznar son exageradas. ¿Qué cosa entenderán por "exageración" estos demandantes de una comunidad ideal de diálogo para debatir sobre la comunidad política? Mientras que los centristas de salón pierden el tiempo en esas minucias, mejor sería que nos detuviéramos en lo fundamental: Aznar ha criticado una forma de concebir el poder socialista que está teniendo éxito. Fíjense, pues, la gente de la derecha, especialmente quienes repiten con estulticia que el PSOE no tiene proyecto, en las palabras de Aznar. Lean con detenimiento las críticas de Aznar a la política de Zapatero.

Las objeciones de Aznar revelan, en efecto, el mal de ese proyecto, pero sobre todo muestran, contra lo que muchos "intelectuales" y medios afines al PP creen, la existencia de ese programa. Las reacciones destempladas y falsamente centristas de algunos medios de comunicación contra las verdades de Aznar son reveladoras de una falsa cultura política, o mejor, de una incultura absoluta, que nada quiere saber de las desgracias. Del aquí y ahora socialista. De lo conseguido ya por Zapatero gracias, en efecto, al diseño político que los socialistas pusieron en práctica hace tres años: reforma de Estatutos, pacto con ETA –De Juana, AVN, Navarra–, ley de matrimonios, educación para la ciudadanía, pacto con la Iglesia, educación, ley de la memoria histórica, etc. Con todo eso, de verdad, ¿puede alguien decir, sin sentir sonrojo, que el PSOE no tiene proyecto?

Aznar sabe, en efecto, que el PSOE lo tiene y por eso lo crítica. Entonces, ¿por qué arremeten sin ton ni son los periódicos de la derecha contra las verdades de Aznar, a saber, que el PSOE tiene un proyecto perverso, pero proyecto, y lo está llevando a cabo? Los medios de la derecha se asustan de lo real, y lo ocultan como si se tratara de pecadillos de adolescentes. Esta actitud me parece mucho peor que una majadería. Es una aceptación de la perversidad. Quien niegue que el PSOE tiene una propuesta política para la sociedad no sólo renuncia a denunciar al PSOE con criterio y determinación, sino que acepta la perversidad del programa. Es duro lo que digo. Sin duda. Es tan duro como lo que yo escucho, y leo, todos los días en unos medios de comunicación que uno creería que son los suyos: medios ilustrados.

Esos medios, sin embargo, no quieren ver lo que denuncia Aznar: la plausibilidad de un programa sórdido para llevar a España al desastre. No quieren ver lo males ya causados de ese plan. Prefieren rebelarse contra Aznar, porque esta sociedad lanar acepta mejor al sosegado que al profeta de las desgracias, al insulso que al hombre ilustrado que se atreve a separarse de la opinión general para buscar la verdad. Profetizar la felicidad es para los medios de comunicación "políticamente correctos" lo prioritario; es un viejo truco del espíritu para anestesiarnos de los dolores de la realidad. No quieren interrogarse sobre la política planificada por Zapatero; en verdad, tienen miedo a hacerse las preguntas y reflexiones que plantea Aznar. Hacen mal, porque el líder del PP ha dejado claro que quien vote al "proyecto de Zapatero", sí, al programa socialista en Navarra, está votando a ETA.

Sin embargo, la prensa convencional de la derecha, lo digo con horror, se asusta de las verdades de Aznar. Pobres. No quieren saber que lo peor aún está por llegar. Critican sus palabras por radicales y nos venden serenidad barata. Son sabios de la estulticia. Pero el antiguo presidente del Gobierno no sólo tiene razón al denunciar punto por punto el proyecto socialista, sino que se adelanta a la cantinela que volveremos a oír el lunes: el "PSOE no tiene proyecto". Aznar sabe, perfectamente, que a partir de la semana que viene, algunos han empezado ya, recomenzará el rollo de que "el PSOE nada tiene que ofrecer." Falso.

Tiene mucho y malo que llevar a cabo. Digámoslo y pensémoslo. No hay pensamiento genuino que nos libre del mal. El PP está obligado a repensar y criticar el programa del PSOE y, sobre todo, sus referentes ideológicos tienen que dejar de exonerar al hombre del mal socialista. Es menester la autocrítica. Es necesario criticar a quienes pregonan que el PSOE no tiene propuesta. La tiene y muy clara. La está imponiendo sin necesidad de justificarla, de razonarla, con los adversarios políticos. Está llevándola de modo inflexible tanto en las instituciones como en la sociedad. Pero los medios de comunicación pretendidamente populares, o mejor, los referentes ideológicos de la derecha, siguen tronando con desdén sobre la incapacidad del socialismo de Zapatero.

Dejemos de bramar contra la carencia de proyecto del PSOE y elaboremos ideas para acabar con su perversidad. El proyecto socialista, paso a paso, sigue haciéndose presente en toda España, mientras los "listillos" siguen emperrados en la vieja cantinela: el PSOE no tiene nada que ofrecer. Vale.

En España

    0
    comentarios