Menú
José García Domínguez

Albertito Tacatum

¿Que Gallardón no renuncia a ayudar a que Mariano Rajoy sea el próximo presidente del Gobierno? Nada más sencillo, señores: que lo designen número uno de la lista al Congreso por Gerona; con Josep Piqué de segundo

Si bien se mira este Gallardón se parece cada día más a Joe Rígoli, el pesado argentino que salía siempre en el Un, dos, tres del no menos plúmbeo Kiko Ledgar. ¿Se acuerdan? Videla, Massera y el resto de los carniceros de la Junta eran simples aprendices de torturadores al lado de ese fulano. Uno encendía el televisor e, invariablemente, aparecía aquel cretino, que en pantalla usaba el alias de Felipito Tacatum, forzando una aberrante mueca a base de retorcer la boca, exhibir aquellos enormes dientes colonizados por la caries y poner unos ojos saltones, de sapo. Todo ello como preámbulo necesario a su gran número humorístico: berrear un "yo sigo" ante el que, también invariablemente, la selecta representación del pueblo soberano que llenaba la gradería del plató se desternillaba de risa.

Y es que, por si alguien no se había enterado aún, Albertito Tacatum convocó ayer a los plumillas de la Villa y Corte con tal de hacerles partícipes del gran notición del verano: resulta que el hombre quiere ser diputado. Se hunden las Bolsas de medio mundo, desaparece lo poco que quedaba del Perú bajo los escombros del terremoto del siglo, bandadas de tiburones vegetarianos –el tripartito asegura que no hay peligro alguno de que se coman a los bañistas– veranean en las playas de Tarragona, y el alcalde Tacatum, como si nada, con su eterna cantinela del "yo sigo". Ya nos lo advirtió el más ilustre escribidor al servicio del padrecito Stalin: "Hay tipos que se lo trabajan un día, y son pelmas. Existen otros que marean durante un año, y resultan insufribles. Pero hay algunos sujetos que no dejan de conspirar durante toda una vida, y esos son los inasequibles al desaliento de la escuela de Joe Rígoli."

Voluntades de sacrificio como la suya en pos de la causa del líder, pocas se habrán visto en toda la historia de la derecha española; excepción hecha, quizás, de aquel figura de las Juventudes Hitlerianas que don Manuel, con esa gran vista suya que le gestiona santa Lucía, nombrara mandamás de Alianza Popular. Y aunque sólo fuera por eso –para que dejase de dar la lata con el "yo sigo", se entiende–, alguien debería explicarle a Albertito Tacatum lo del lema de Montilla. Ocurre que el erudito de Iznajar gasta un slogan de gobierno –"Hechos, no palabras"– plagiado del que usó la candidatura de las derechas catalanas (La Lliga, Acción Popular, carlistas y ultras, entre otros) contra el Frente Popular en las elecciones de 1936. Pues eso, Tacatum: "Fets, no paraules". ¿Que Gallardón no renuncia a ayudar a que Mariano Rajoy sea el próximo presidente del Gobierno? Nada más sencillo, señores: que lo designen número uno de la lista al Congreso por Gerona; con Josep Piqué de segundo; don Jaume (Matas) el Conquistador, tercero; María de la Pau Janer, cuarta; y el ínclito Millo, vestidito de tamborilero del Bruc, cerrando la candidatura.

Que sí, Alberto. Por España.

En España

    0
    comentarios