En la columna Vertederos académicos escribí sobre Indoctrinate U, un documental producido recientemente que denuncia el egregio adoctrinamiento universitario de los jóvenes en universidades prestigiosas y no tan prestigiosas. Dije que el documental solamente recogía la punta de un desagradable iceberg.
La Fundación para los Derechos Individuales en la Educación (FIRE), radicada en Filadelfia, una organización de primera línea en la batalla contra la censura académica de la libertad de conciencia y expresión, publicó una noticia sobre lo que está sucediendo en la Universidad de Delaware, que probablemente sea lo mismo que en otras universidades. Es algo que debería provocar escalofríos a los padres de estudiantes en edad universitaria. Los siguientes pasajes están extraídos del documento Entrenamiento en facilitación de la diversidad de la oficina de alojamiento de estudiantes de la Universidad de Delaware.
A los estudiantes que residen en colegios mayores de la Universidad, alrededor de 7.000, se les enseña: "Racista: Alguien privilegiado y socializado en función de la raza por un sistema supremacista blanco (racista). El término se aplica a toda persona blanca (léase personas de ascendencia europea) residente en Estados Unidos, al margen de clase, género, religión, cultura o sexualidad. Según esta definición, las personas de color no pueden ser racistas porque como personas dentro del sistema norteamericano, no tienen el poder para sostener sus prejuicios, hostilidades o actos de discriminación. (Esto no niega la existencia de tales prejuicios, hostilidades, actos de furia o discriminación.)" Esta perla de sabiduría sugiere que un blanco es racista en virtud del nacimiento, no de su comportamiento.
Si usted es blanco y discrepa con las cuotas raciales, la discriminación positiva o los comentarios abiertamente racistas realizados por personas negras contra los blancos, y lo llama racismo inverso o discriminación inversa, he aquí lo que el documento tiene para usted: "Racismo inverso: Término creado y utilizado por blancos para negar su privilegio blanco. Aquellos que se niegan a ver lo evidente emplean el término racismo inverso para aludir tanto al comportamiento hostil por parte de personas de color hacia los blancos como a las políticas de discriminación positiva, que presuntamente conceden un 'trato preferencial' a las personas de color por encima de los blancos. En los Estados Unidos no existe nada llamado 'racismo inverso'." Estoy de acuerdo con la última frase. El racismo es racismo al margen del color.
Pensemos en un estudiante blanco de la Universidad de Delaware que no tuviera ni un atisbo de mala voluntad hacia ninguna raza. Según el documento de la Universidad, sería de todos modos un racista. "Un no-racista: un no-término. El término fue creado por blancos para negar la responsabilidad por el racismo sistemático, mantener un aura de inocencia ante la opresión racial, y pasar la responsabilidad de esa opresión de los blancos a las personas de color (lo que se llama 'culpar a la víctima'). La responsabilidad por perpetuar y legitimar un sistema racista descansa tanto en aquellos que lo mantienen activamente como en aquellos que rehusaran desafiarlo. El silencio es consentimiento."
El documento pregunta a continuación, "¿Ha escuchado alguna vez a una persona blanca bien intencionada decir que no es miembro de ninguna raza aparte de la raza humana? Lo que normalmente quiere decir con este comentario es que no quiere perpetuar las categorías raciales reconociendo que es blanca. Esto es una evasión de la responsabilidad por su participación en un sistema basado en la supremacía de los blancos."
Dudo mucho que esta sandez racista esté restringida a los colegios mayores. Probablemente a los estudiantes se les impartan tonterías similares en sus clases de sociología, psicología o ciencias políticas. La denuncia de FIRE del programa racista de la Universidad de Delaware provocó esta respuesta oficial del vicerrector Michael Gilbert: "La misión central de la Universidad, y del programa, es cultivar tanto la enseñanza como el libre intercambio de ideas". (Según la asociación, como consecuencia de publicación del documento, y pese a no condenar este programa racista, el rector Patrick Harker ordenó paralizar el programa de reeducación obligatoria hasta finalizar una revisión.)
Me juego el cuello y no lo pierdo a que la Universidad no destacó este tipo de experiencia educativa a padres y adolescentes en sus esfuerzos de reclutamiento de estudiantes. Tampoco los generosos donantes y antiguos alumnos fueron informados de que son racistas de nacimiento. También aventuraría que este tipo de "educación" fue ocultada escrupulosamente a los legisladores del Estado que utilizan dinero del contribuyente para financiar esta universidad.
