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Larry Elder

Los aullidos racistas de Duane "Dog" Chapman

¿Pero de verdad le sorprende a alguien que un hombre detenido en más de una docena de ocasiones y encarcelado por homicidio en grado de colaboración necesaria emplee en privado un vocabulario sucio y racista?

Duane "Dog" Chapman está ahora en el punto de mira. Ya nadie se acuerda del cómico Michael Richards, el ex jugador de béisbol John Rocker, el ex director general de los Dodgers Al Campanis, el ex analista de la CBS Jimmy Snyder "el griego", todos los cuales fueron atacados por comentarios "anti-negros".

Chapman presenta el reality show Dog el cazarrecompensas, en el que él y su familia buscan y entregan a la justicia a procesados que han huido tras pagar la fianza. El National Enquirer obtuvo las grabaciones de dos conversaciones telefónicas entre Chapman y su hijo. Enfurecido por la relación de su hijo con una mujer negra, Dog dio rienda suelta a una ráfaga de "negra de mierda". Según la grabación de minuto y medio difundida, temía que la "negra de mierda" de la novia de su hijo pudiera grabar a Dog utilizando ese término, que admite usar en exceso, y dar a conocer la cinta a la opinión pública.

Dog explicaba con torpeza a su hijo que, pese a no tenerle aversión a todos los negros, sí utiliza e término "negro de mierda" y la novia podría grabarle diciéndolo y dar a conocer la grabación a la opinión pública. Estados Unidos "no lo comprendería" y él perdería "todo lo que tenemos”. Pero para consternación de Dog, alguien grabó esa conversación telefónica con su hijo. En concreto, su hijo. A esto le siguió la reacción habitual. El canal de televisión por cable para el que trabaja canceló su programa y Duane "Dog" Chapman publicó una declaración de disculpa, pidió perdón de nuevo en Larry King y solicitó la ya obligatoria reunión con el reverendo Al Sharpton en busca de absolución.

Ciertamente Chapman merece ser condenado por su diatriba racista. ¿Pero de verdad le sorprende a alguien que un hombre detenido en más de una docena de ocasiones y encarcelado por homicidio en grado de colaboración necesaria emplee en privado un vocabulario sucio y racista? Es más, ¿qué hay de esas personas serias y respetadas que hacen comentarios racistas y ofensivos en público sin disculpa, explicación o condena ninguna?

Por ejemplo, el mismo Sharpton. El reverendo llamó una vez "puta" a la corredora de Central Park que fue víctima de un famoso caso de violación y acusó a su novio del horrible crimen. Nunca se disculpó por ello. También acusó falsamente a un hombre blanco de asaltar sexualmente a Tawana Brawley. Más tarde, un gran jurado más tarde concluyó que Brawley se inventó la agresión. Y aunque un jurado ha condenado a Sharpton por difamación, él se niega a disculparse.

La estratega demócrata Donna Brazile, ex directora de la campaña de Al Gore, dijo que el Partido Republicano poseía una "actitud de chico blanco". Esto significa, según ella, que "necesita excluir, denigrar y dejar atrás". Nada de disculpas, nada de explicaciones. Imagine que el ayudante del presidente Bush, Karl Rove, hiciera un comentario parecido sobre los demócratas: "Tienen la actitud del chico negro, con la que intentan ganar y acaparar votos negros". Rove, ante la perspectiva de un pelotón de linchamiento, habría abandonado la capital al amparo de la noche.

El congresista demócrata Charlie Rangel, presidente del Comité de Protocolo de la Cámara, se quejó del Congreso controlado entonces por los Republicanos diciendo: "Ya no dicen ‘negrata’ o ‘sudaca’. Dicen 'recortemos los impuestos'.". ¿Así que reducir los impuestos equivale al racismo?

El respetado director Spike Lee dijo en una entrevista tras estrenarse una película sobre una relación interracial que él las desaprobaba. "Les echo un vistazo a las parejas interraciales. Penosos. Se incomodan cuando me miran por la calle." Ninguna disculpa, ninguna explicación, nadie fue demandado.

¿Que hay de que ahora una conversación privada y grabada puede suponer la pérdida del puesto de trabajo? Las buenas personas intentan desenvolverse con respeto y civismo tanto en público como en privado. ¿Pero cuántos de nosotros podríamos sobrevivir al escrutinio público si alguien grabase y difundiese públicamente nuestros más horribles (y privados) arrebatos de ira?

¿Afecta verdaderamente el arrebato de un hombre como Dog a la autoestima y el amor propio? Cuando trabajaba para un bufete como pasante en Cleveland, en una ocasión le tomé declaración a un cirujano ortopédico. El abogado blanco de la otra parte y yo discutimos agresivamente a lo largo de la misma, pero respetamos la profesionalidad de cada uno. Así que, cuando acabamos, seguimos hablando delante de la consulta del médico. Poco después, un coche desvencijado lleno de jóvenes blancos se acercó lentamente, y uno gritó: "¡Oye, negro de mierda! ¡Es casi medianoche! ¡Fuera de la ciudad!”

– ¿Oíste, oíste eso? – balbuceó el abogado de la otra parte mientras su mandíbula se desplomaba casi hasta el suelo.
– ¿Por donde íbamos? – le contesté.
– ¿Pero no has oído...?
– Claro que lo he oído – le dije –. Pero mira. Estoy aquí ganando [una cifra que en dólares de hoy en día eran casi 150.000 dólares], vistiendo un impecable traje de tres piezas y llevando un maletín de piel. Y esos idiotas, que ni siquiera tuvieron las suficientes agallas para parar antes de llamarme negro de mierda, seguramente no sean capaces siquiera de conseguir un empleo como cocinero en un McDonald's. Se necesita mucho más para arruinarme el día. Así que, ¿por dónde íbamos?

No pensé mucho en Duane “Dog” Chapman ayer, y tengo toda la intención de dormir profundamente esta noche.

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