Menú
Maite Nolla

La ciudad y sus ciudadanos

En el libro, Federico viene a decir que a Cataluña y a España les hubiera ido, les iría y les irá mejor si la izquierda aquí se llamara Ciudadanos y no Carmen Chacón, Montilla o Miquel Iceta y su fábrica de catalanistas

A día de hoy, el libro más vendido, según fuentes autorizadas –El Corte Inglés y el Cultural de El Mundo–, es La ciudad que fue, de Federico Jiménez Losantos. Ya le dije a Federico el día de la presentación del libro en Madrid que era curioso que en un libro con tantas fotografías, tan bien ilustrado, falte una que hubiera pasado a la historia: los Rolling Stones comiendo jamón en el café de la Ópera y Federico contemplando la escena, agazapado detrás de una taza de chocolate.

También le dije que su libro me ha gustado mucho. Seguramente, el hecho de ser una catalana no barcelonesa me permite combinar lo que en derecho se conoce como "la admisión en ambos efectos"y que, aplicado al caso, significa que el libro me parece estupendo y que puedo decirlo en público. Ventajas de vivir en una ciudad pequeña y acogedora como Lérida.

La ciudad que fue es una forma de entender lo que Federico piensa de verdad de Cataluña, frente al personaje que pretenden hacer de él. Lo que piensa, por ejemplo, de Tarradellas y el respeto con el que habla de él. Aunque parezca mentira, antes que Pujol estuvo Tarradellas, muy a pesar del convergente. Tanto que, de hecho, dedicó sus gobiernos a borrarlo de los libros de historia.

Federico pone el foco, no en el nacionalismo y sus causas, sino en la actitud de la izquierda ante el nacionalismo en Cataluña. Dos izquierdas: la que prefiere ser parte del paisaje y la que se revela en contra. En realidad, el nacimiento de Ciudadanos se produce porque unas personas relevantes de izquierda contemplan horrorizadas como el Gobierno socialista, el tripartit, los que Boadella califica en su libro como "los que nos reían las gracias", va a ser infinitamente peor que los años de Pujol. El entusiasmo de El Periódico, de El País y del sector PSC de la cadena Ser, los Francino, Nierga o Barceló, con Ciudadanos, ha sido, digamos, nulo.

En el libro, Federico viene a decir que a Cataluña y a España les hubiera ido, les iría y les irá mejor si la izquierda aquí se llamara Ciudadanos y no Carmen Chacón, Montilla o Miquel Iceta y su fábrica de catalanistas (porque supongo que cuando dice que TV3 tiene que ser una fábrica de catalanistas, no estará pensando en Josmar, aquel simpático ¿cantante? que aparecía con barretina y tanga de cuero).

Treinta años culminan la noche del 1 de noviembre, la de los tres diputados, con aquella entrañable frase dedicada, con mucho cariño, a la televisión pública catalana y que decía "toma tres tevetrés". Una especie de Parque de Monteleón a la catalana y en pleno siglo XXI.

Supongo que Federico, cuando empezó a escribir en la Barcelona de los setenta, cuando quería decir algo nuevo y decirlo de forma sorprendente, no imaginaba que el sucesor de Tarradellas a título de president iba a ser Montilla, pero así ha sucedido. Como la ciudad.

En Sociedad

    0
    comentarios